El clima en Misiones sigue siendo un tema de interés constante, especialmente en septiembre, un mes conocido por su inestabilidad. En conversación con “RX – Realidad Mixta” de Radio Up 95.5, el agrometeorólogo del INTA en Cerro Azul, José Olinuk, advirtió sobre los cambios climáticos que se esperan para los próximos días, así como la posibilidad de tormentas severas con granizo en la región.
“Septiembre es uno de los meses en los que el tiempo puede variar más de un momento a otro”, explicó Olinuk. Según el especialista, junto con marzo, es uno de los meses del año donde se presentan fluctuaciones significativas, lo que se debe a la transición entre el semestre cálido y el frío.
“Es normal que tengamos fluctuaciones importantes, como las temperaturas muy elevadas que tuvimos estos días”, comentó. Aunque no se alcanzaron récords, como los 38 grados registrados en septiembre de 2020, Olinuk señaló que las temperaturas llegaron a 34,8 grados en la región de Cerro Azul.
El meteorólogo advirtió que estos cambios bruscos de temperatura pueden traer consigo lluvias y tormentas que bajen nuevamente las temperaturas. En cuanto al riesgo de granizo, Olinuk confirmó que existe la posibilidad de que ocurran fenómenos severos en los próximos días.
“Hemos visto que en la zona de Entre Ríos y el sur de Corrientes hubo caídas de granizo muy importantes recientemente”, señaló. Además, destacó que, según los registros de 57 años que posee el INTA en Cerro Azul, la época más frecuente para la caída de granizo y tormentas severas es entre septiembre y diciembre. “No es raro que en esta época veamos vientos fuertes, granizo y descargas eléctricas intensas”.
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Por otra parte, uno de los mayores cambios que ha notado Olinuk a lo largo de su carrera es el aumento en el tamaño del granizo en la región. “Antiguamente, el granizo era común, pero no del tamaño que estamos viendo hoy”, subrayó. Estos cambios tienen un impacto considerable en la producción agrícola, que enfrenta mayores riesgos debido a las fluctuaciones climáticas. “Cuanto más bruscos sean los cambios, mayor es el riesgo para la producción agropecuaria”, afirmó.
En tanto, Olinuk mencionó que las altas temperaturas y la baja humedad, como las que experimentaron en septiembre en años recientes, pueden causar la pérdida de floración en frutales, lo que afecta gravemente a los agricultores. Además, las lluvias intensas también generan problemas significativos. “Cuando llueve tan intensamente, si el productor no protege bien su suelo, la erosión hídrica es muy importante”, advirtió.
Aunque este año se espera una menor frecuencia de lluvias en comparación con el 2023, cuando predominaba el fenómeno de El Niño, Olinuk enfatizó la necesidad de estar alerta. “Aunque las lluvias sean menos frecuentes, cuando ocurren, normalmente vienen acompañadas de tormentas severas”, agregó.