La procrastinación es la postergación o posposición es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables por miedo a afrontarlas o pereza a realizarlas. Nicolás Mussi, psicólogo se refirió a la importancia de tratar un hábito que puede ser peligroso.
“La procrastinación, es un fenómeno antiguo con raíces en la historia”, señaló el psicólogo Nicolás Mussi en su columna semanal en el programa “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5. “La procrastinación no es solo una práctica contemporánea, sino que sus primeras menciones se remontan a civilizaciones antiguas como Egipto, Grecia y Roma.”
Mussi siguió diciendo “En la antigüedad, dejar una tarea para otro día era algo cotidiano e incluso aceptado. Sin embargo, con la llegada de la era industrial, este comportamiento comenzó a ser visto de forma negativa, especialmente en el ámbito académico y laboral. Procrastinar no es solo postergar, es dejar de producir”, enfatizó.
El columnista del programa remarcó también “es importante analizar qué dejamos para después y por qué lo hacemos”. Según el experto, muchas veces la postergación tiene que ver con la falta de deseo o interés en la tarea a realizar. “Si alguien procrastina una actividad que no le gusta, quizás el deseo no está puesto ahí”, afirmó.
Además, señaló que altos niveles de autoexigencia o ansiedad pueden llevar a evitar tareas complejas: “A veces, si creemos que no vamos a poder terminar algo, ni siquiera lo empezamos”.
Etimológicamente, “procrastinación” deriva del verbo en latín procrastināre, postergar hasta mañana. Sin embargo, es más que postergar voluntariamente. La procrastinación también deriva de la palabra del griego antiguo akrasia, hacer algo en contra de nuestro mejor juicio.
El psicólogo también hizo hincapié en cómo los hábitos y el entorno en el que crecimos influyen en la procrastinación. “Si nos criamos en un ambiente donde nos enseñaron a construir algo de a poco, a tolerar la espera, es más probable que aprendamos a lidiar con tareas a largo plazo”, comentó Mussi. Por otro lado, en entornos donde se facilita la gratificación inmediata, puede ser más difícil enfrentar proyectos que requieren tiempo y esfuerzo.
Mussi ofreció una visión amplia sobre cómo lidiar con este fenómeno. “Una estrategia útil es dividir las tareas grandes en pequeños pasos manejables”, sugirió. Añadió que el simple hecho de empezar con algo tan pequeño como cinco minutos al día puede desencadenar el proceso y facilitar la continuidad: “El cerebro necesita comenzar para luego seguir, lo más difícil es empezar”.
Finalmente, el psicólogo invitó a reflexionar sobre el impacto de la procrastinación en nuestras vidas y a adoptar enfoques más flexibles. “Perder una carrera como la liebre no significa que no puedas completar el proceso, siempre hay tiempo para llegar a la meta”, concluyó.
Reviví la columna de Nicolás Mussi: