En el marco de la conmemoración de la Noche de los Lápices, fecha que recuerda la militancia estudiantil de 1976, Laura Krujoski, expresidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (FHyCs), compartió su visión y experiencia en la lucha por el boleto educativo gratuito en la provincia de Misiones.
Esta lucha, al igual que aquella protagonizada por jóvenes platenses hace más de cuatro décadas, tiene como eje la reivindicación del derecho a la educación y su acceso pleno, incluyendo el transporte.
En diálogo con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5, Krujoski destacó que la lucha por el boleto estudiantil fue un proceso constante en el cual “la articulación del sector universitario con los estudiantes secundarios fue clave”.
En este sentido, subrayó que este derecho, hoy materializado en el boleto educativo gratuito, fue producto de movilizaciones y campañas que tuvieron su auge en 2013 en Posadas, Misiones. “Decíamos que si la educación es un derecho, el boleto también lo es”, afirmó, recordando el lema que los acompañó durante ese año de lucha.
El 2013 fue un punto de inflexión, según Krujoski, cuando el movimiento estudiantil decidió “hacer un quiebre” y llevar la discusión de un plano nacional a uno provincial. Hasta entonces, el boleto educativo gratuito era una realidad palpable en ciudades como Rosario, Córdoba y Buenos Aires, pero Misiones requería una organización local que hiciera de este derecho una realidad.
“Fue un año bisagra, el momento de ponerlo en agenda”, subrayó Krujoski, destacando las asambleas y movilizaciones que se realizaron, donde los estudiantes interpelaron directamente a las autoridades provinciales y municipales.
A pesar de la voluntad política demostrada en ciertos momentos, Krujoski señaló que los estudiantes debieron enfrentarse a la resistencia del sector empresarial, en particular de las compañías de transporte, que defendían sus intereses económicos.
“Hubo que disputarle cara a cara al subsecretario de Transporte, que defendía férreamente los intereses de la empresa”, recordó sobre Hermes Almirón, funcionario de aquel entonces. No obstante, Krujoski enfatizó que la organización y la movilización de los estudiantes fue lo que permitió que el gobierno provincial escuchara sus reclamos y se abriera el diálogo.
Leé también: Día del Maestro y los desafíos de la formación inicial | “La educación estructura la vida social de todos”
Sin embargo, la consecución del boleto gratuito no fue inmediata. Si bien el 2013 fue el año en el que la discusión se instaló fuertemente en la agenda pública, la sanción efectiva de la ley se dio recién dos años después. A pesar de ello, Krujoski reconoció la importancia de haber iniciado el proceso en ese momento.
“Utilizamos diferentes cuestiones comunicacionales también como para ser escuchados”, comentó, recordando el trabajo conjunto con las escuelas secundarias de Posadas, además de la colaboración entre diferentes facultades.
Uno de los problemas más recurrentes en aquella época, y que persisten hasta el día de hoy, era la discusión sobre la cantidad de boletos disponibles y las limitaciones horarias para su uso. “Siempre era reincidente la cuestión”, mencionó, refiriéndose a las restricciones impuestas tanto a nivel secundario como universitario.
La exlíder estudiantil resaltó la importancia de revisar continuamente el funcionamiento del boleto, adaptándolo a las necesidades de los estudiantes y manteniendo el diálogo con las empresas de transporte y el gobierno provincial.
En cuanto a la situación actual, Krujoski expresó que, aunque el boleto educativo sigue vigente, “año tras año tiene sus modificaciones o sus interpelaciones en relación al funcionamiento”.
Además, insistió en la importancia de recordar y sostener los derechos conquistados, evitando que las discusiones se consideren concluidas. “No hay ningún tema que sea profundamente acabado y discutido en su totalidad”, afirmó, aludiendo a la necesidad de seguir luchando para que los derechos estudiantiles no retrocedan.