Después de varios días sin agua, la cooperativa de Santo Pipó consiguió una bomba para regularizar el servicio y la actual diputada provincial no tuvo mejor idea que postear una antigua foto de un arreglo que nada tiene que ver con la provisión del servicio subsanada por la actual gestión. Y en la CAPSP no se lo perdonaron y la dejaron expuesta.
En el Barrio El Pueblito de Santo Pipó, la falta de agua y posterior recuperación del servicio se convirtió en un extraño y para muchos patético, episodio más en la interna política entre la exintendenta y actual diputada provincial Mabel Cáceres y la actual alcaldesa Claudia Acuña.
Según confiaron fuentes al tanto de lo ocurrido, el barrio en cuestión estaba sin agua desde hacía varios días y la gestión de Acuña, junto a la cooperativa local (CAPSP) gestionaron un cambio de la bomba de agua, vital para la provisión del servicio básico. Completadas las labores, postearon una foto demostrando el trabajo que hicieron, pero era demasiado tarde: media hora antes, antes de las 10 hs. del viernes 13, Cáceres hizo una jugada que muchos considerarían burda y de corto plazo, pero que tuvo su rédito en las redes sociales.
La exintendenta de Santo Pipó usó una cuenta propia en Facebook para adjudicarse el arreglo, utilizando una foto de archivo, que no se corresponde con las labores que efectivamente se realizaron. Queriendo quedar como quien resolvió el problema de los vecinos, Cáceres subió fotos de un arreglo de la bomba realizado tiempo atrás y escribió: “Ante la situación urgente de publico conocimiento por problemas con la bomba y falta de agua realizamos entrega a la Cooperativa de Agua de Santo Pipo, todavía de manera informal, de la obra gestionada y ejecutada por pedido de los vecinos de Barrio El Pueblito. Gracias al gobierno de la provincia de Misiones y al Presidente del IMAS Joaquin Sanchez por la inversión. Gracias a las familias que generosamente no dudaron en facilitar el terreno primero Doña Ramona Ortellado y a Daniel Hector Pietrowski y familia donde finalmente pudimos realizar la obra que entregamos a la Cooperativa para su puesta en funcionamiento.”
La foto y el posteo se viralizaron rápidamente y así, muchos de los vecinos de Santo Pipó se dieron cuenta de que era una foto trucha, con el propósito manifiesto de quedar como quien había resuelto una demanda del barrio El Pueblito.
Errores ortográficos aparte, la actual administración de la CAPSP refutó de plano la publicación de Cáceres, dejando expuesta la mentira y la avivada de la exintendenta, que sigue mascullando bronca por haber perdido la intendencia en las elecciones del 2023.
“El consejo de administración de la Cooperativa de Agua Potable y Otros Servicios Públicos Santo Pipó Limitada desmiente categóricamente el posteo publicado en el Facebook Dip Mabel Cáceres el día viernes 6 de septiembre de 2024, en el cual hace referencia de la ‘entrega informal de la perforación ubicada en el barrio El Pueblito’, la cual carece de veracidad haciendo uso, inclusive, de archivos fotográficos que no corresponden a la actualidad”, sentenciaron desde la CAPSP, a través de un comunicado lapidario con la jugarreta de Cáceres.
De paso, la feroz desmentida deja en evidencia que Cáceres tampoco tiene influencia política dentro de la cooperativa, que aspiró a controlar a través de allegados suyos. Sin embargo, en las últimas elecciones en la CAPSP, también perdió la gente que responde a la exalcaldesa.
Cabe recordar que Cáceres era una “baronesa” del interior de Misiones: fue intendenta de Santo Pipó entre 2007 y 2021 (14 años consecutivos) y quiso volver en las elecciones de mayo, pero cayó, frente a la que era la intendenta interina, Claudia Acuña. Era tal su poder en el pueblo, que está sospechada por maniobras para otorgar pensiones no contributivas (pensiones por invalidez) a personas sin discapacidad alguna, es decir, otorgar pensiones truchas.
En su momento, el exdiputado provincial Luis Pastori impulsó una denuncia penal por los delitos de incumplimiento de deberes de funcionario público, entre otros, pero la causa contra Cáceres quedó cajoneada y no prosperó. El de Santo Pipó, no fue el único caso de pensiones de discapacidad truchas, otorgadas por influencia de jefes comunales: también sucedió en Candelaria y en Santa Ana, por sólo mencionar dos comunas en las que hubo denuncias penales por estas maniobras