En medio de la tormenta mediática que rodea el caso de los hermanos Kiczka, la abogada defensora de Leonardo Kiczka, Mónica Sosa, ha salido a aclarar la situación legal de su cliente, desvinculándolo de los delitos que se les imputan a sus hijos, Sebastián y Germán Kiczka.
En diálogo con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5, Sosa subrayó que “Leonardo no está involucrado en la causa desde la primera pericia”.
Leonardo Kiczka, padre de los dos detenidos, fue inicialmente involucrado en la investigación debido a que el servicio de internet en su domicilio estaba a su nombre. “Como en la casa de él vivía su hijo Sebastián, él también, por supuesto, era dueño del servicio. El contratista del servicio era Leonardo Kiczka, y por lo tanto, el primer imputado fue él”, explicó Sosa.
El allanamiento en la casa de Leonardo Kiczka, que tuvo lugar el 28 de febrero, reveló la ausencia de pruebas que lo implicaran directamente en los delitos investigados. Sin embargo, Sosa expresó su preocupación por la falta de personal especializado en la tecnología durante dicho procedimiento.
“En el primer allanamiento no hubo participación de ningún profesional especializado”, afirmó. Según la abogada, este tipo de operativos deberían incluir personal capacitado para manejar dispositivos tecnológicos y redes, lo cual no ocurrió en este caso.
Leé también: Indagarán este viernes a Germán Kiczka, el diputado acusado de pedofilia
La pericia realizada el 30 de abril fue decisiva para la desvinculación de Leonardo Kiczka del caso. Sosa detalló que “de los móviles y de la cámara fotográfica que pertenece a mi cliente, no había ningún elemento que lo involucre en la causa”.
Como resultado, el juez determinó que Leonardo Kiczka no tenía responsabilidad en los hechos investigados. “El juez entendió que no está vinculado a la causa, simplemente como dueño de la casa que había contratado los servicios de internet, no significa que el padre tenga que estar vigilando a personas mayores que viven en su casa”, explicó Sosa.
A pesar de la desvinculación legal, la abogada expresó su malestar por el impacto que esta situación ha tenido en la comunidad de Apóstoles, donde reside la familia. “Estoy muy triste por la población apóstoleña, que no sé quiénes son los que han colgado carteles en la comunidad”, lamentó Sosa.
Además, mencionó que la pizzería de Leonardo Kiczka, un negocio con más de 20 años de historia en la ciudad, fue revisada minuciosamente y no se encontró nada relacionado con los delitos investigados. “La pizzería podía seguir funcionando”, afirmó, destacando que la vinculación de Leonardo con el caso ha sido “muy oscura, muy triste, y muy fuera de lugar”.