La producción de carne porcina en Misiones ha enfrentado un primer semestre difícil, marcado por la caída de precios, ventas y márgenes de ganancia. Así lo describió el licenciado Ricardo Saraceni, presidente de la Cooperativa Frigorífica de Alem (COFRA), en diálogo con el programa “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5, quien explicó cómo estos factores han afectado a toda la cadena productiva porcina en el país.
En este sentido, Saraceni detalló que “en diciembre del año pasado, el kilo del capón se cotizaba a 1.300 pesos, pero en junio de este año, no llegaba a mil pesos, en un contexto de inflación del 80%”.
Esta reducción de más del 30% en el precio del capón fue acompañada por una disminución del 10% en las ventas de carne y derivados porcinos. “No hablamos solo de la carne propiamente dicha, sino de todos los derivados de la carne porcina”, añadió.
El impacto no se limitó a COFRA, sino que afectó a toda la industria porcina del país. “Cuando uno lee los informes a nivel nacional, la baja es significativa”, comentó Saraceni.
Márgenes de ganancia y ajustes necesarios
La situación se agravó aún más con la caída de los márgenes de ganancia. “Nuestros márgenes cayeron un 50%”, reveló Saraceni, quien destacó que esta combinación de factores creó un escenario muy complejo para la cooperativa. Sin embargo, el sector porcino se mantiene en un promedio de 16 kilos por habitante por año, sin mostrar un aumento significativo, a diferencia de la carne aviar, que ha experimentado un incremento cercano al consumo de carne vacuna.
Sin embargo, y a pesar de este panorama adverso, el segundo semestre del año comenzó con una leve mejora en los precios y las ventas. “El precio, que estaba en mil pesos, subió a mil cien o mil ciento cincuenta pesos”, señaló Saraceni, aunque aclaró que esto aún está lejos de los mil trescientos pesos de diciembre y del incremento necesario para seguir el ritmo de la inflación.
De la misma forma, las ventas también han mostrado signos de recuperación en julio, lo que ofrece un panorama «un poco más alentador» para la segunda mitad del año.
Por otra parte, y sobre si COFRA tuvo que usar fondos destinados a otras actividades para cubrir costos fijos, Saraceni admitió que fue necesario recurrir a diversas alternativas financieras para hacer frente a la situación. “Nos costó pagar algunos proveedores, la luz y el combustible. Tuvimos que hacer muchos ajustes”, afirmó. Sin embargo, destacó que la cooperativa se mantiene financieramente estable y sin deudas, lo que les ha permitido soportar este periodo de crisis.
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Un factor que jugó a favor de la cooperativa fue la estabilidad o disminución en el costo de insumos clave como el maíz y la soja. “Eso nos benefició, pero todos los demás costos, incluyendo el laboral, estuvieron por encima del valor de las ventas”, comentó Saraceni, quien subrayó que en julio sus precios promedios aumentaron un 167%, mientras que la inflación fue del 263,4%, lo que implicó una caída significativa en los márgenes.
Finalmente, Saraceni señaló que, aunque los avatares climáticos no golpean de la misma manera al sector porcino que al de la carne vacuna, la sequía y el calor del pasado noviembre y diciembre también afectaron la producción porcina.
“El calor afecta el rendimiento de las madres en producción, y la falta de agua nos obligó a recurrir a los bomberos para llenar nuestros estanques”, explicó, demostrando que los desafíos para el sector son múltiples y complejos.