Hoy en día, la violencia en las relaciones de pareja parece estar en todas partes: en las noticias, en conversaciones cotidianas, ¡hasta en las redes sociales! Pero, ¿sabías que el narcisismo es más que una simple característica? Según la Organización Mundial de la Salud, el narcisismo es un trastorno mental, reconocido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5).
Este trastorno se define por un patrón persistente de grandiosidad, una necesidad insaciable de admiración y una preocupante falta de empatía. ¿El resultado? Relaciones personales y profesionales llenas de conflictos.
Pero, ¿cómo saber si estás lidiando con un narcisista? Aquí te damos las claves para identificar esos rasgos peligrosos y evitar caer en una relación tóxica:
¡Demasiado bueno para ser verdad! Al principio, te colman de cumplidos y atenciones, pero presta atención a cómo tratan a los demás.
Ellos, ellos y… ellos. Les encanta hablar de sí mismos, de sus problemas y proyectos, pero rara vez se interesan por ti o por lo que te importa. Víctimas incomprendidas. Siempre sienten que el mundo no les da el reconocimiento que merecen.
¡No aceptan un “no”! Cuando te atreves a poner límites, se enojan, te manipulan o simplemente te ignoran.
Por encima de la ley. Creen que las reglas son para los demás, no para ellos.
Materialistas a tope. Valoran más lo que tienen que lo que sienten.
Hipersensibles a las críticas. Cualquier comentario en su contra lo toman como un ataque personal.
Envidia y celos. Su inseguridad los convierte en personas extremadamente celosas y competitivas.
Maestros de la manipulación. Usan a las personas para sus propios fines, viendo a su pareja más como un trofeo que como un compañero.
Nunca, pero nunca, se equivocan. Admitir un error no está en su vocabulario; siempre buscan culpar a otros.
Si reconoces a tu pareja en estos puntos, es probable que estés en una relación con un narcisista. Al principio, pueden parecer encantadores, pero su comportamiento egoísta y crítico acaba desgastando la relación. Terminas cuestionándote a ti misma, agotada emocionalmente y con una autoestima por los suelos.
¿Te suena familiar? Romper con una persona narcisista es un proceso complicado, pero necesario. Es posible que te hayan llenado la cabeza con frases como “nadie más te va a querer” o “no eres nada sin mí”. ¡No les creas! Consulta a un terapeuta que te ayude a reconstruir tu autoestima y a poner límites saludables.
¡Recuerda, mereces una relación basada en el respeto y el amor, no en la manipulación y el egoísmo!
Maria Selene Bortolotti…