El Colectivero perdió en casa 2 a 1 ante Boca Unidos y compromete cada vez más su futuro en el torneo. Ganaba con un gol de Domínguez, pero los correntinos lo dieron vuelta en siete minutos.
Media hora duró la rebeldía y la actitud para cambiar el presente para Crucero del Norte. El 4-3-3 con el que salió el Colectivero a jugar ante Boca Unidos, encontró una ventaja a los 24 minutos, cuando Abraham ganó por derecha y sacó un centro preciso para que Domínguez transformara en el 1 a 0.
El festejo fue desahogo, grito contenido y una señal que se podía torcer el rumbo. Sin embargo, todo se dilapidó en siete minutos. Boca la movió por izquierda y un centro preciso, encontró a Villán sólo para el gol. Y tras cartón, a la salida de un lateral, Sánchez Paredez encontró un callejón enorme para rematar de media distancia y colar el tiro en el primer palo de Josue Ayala.
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Quedaban 10 minutos más del período inicial, más todo el segundo tiempo. Pero el resultado no se modificó. Crucero equivocó los caminos, estuvo impreciso, atado, nervioso y se expuso a una ventaja más amplia del visitante.
Mediante arrestos individuales merodeó el gol, pero nunca consiguió al menos un empate que le permitiera una reacción final.
El pitazo de Ceballo (de flojo partido) desató una incertidumbre en el equipo, que no encuentra el rumbo, no gana hace tres meses y la permanencia es el objetivo primordial para los cuatro partidos que quedan de la Reválida.
