Ricardo Ranger reveló que volvió a sufrir hurto en su chacra de Colonia Delicia y sostiene que en la zona hay una anomía total, con policías “que no quieren trabajar” y una justicia que no impulsa las causas que terminan prescribiendo. Recalcó que ninguno de los organismos nacionales, provinciales y municipales controlan que las frutas que se comercializan en Eldorado no provengan de robos. Y contó que el gobernador Hugo Passalacqua se niega a recibir a los productores autoconvocados contra los delitos rurales.
“Ahora sucedió el robo número 62 en 11 meses, y antes de eso hay decenas de denuncias (presentadas ante la policía y la justicia), en los últimos 5 años”, resumió el productor citrícola Ricardo Ranger, en diálogo con el portal www.radioup.com.ar, sobre el flagelo que sufre por la inseguridad rural que, según estima, le hizo perder 400 toneladas de frutas por año.
Según el productor, hay periodos en los que se intensifican los robos y hace un tiempo atrás logró una reunión con el ministro de Seguridad Marcelo Pérez, y “se apretó un poco, se pusieron las pilas y cayeron unos cuantos ladrones”.
Sin embargo, esta actitud no se mantienen en el tiempo y los robos vuelven, en un contexto de falta total de controles estatales y de causas que terminan prescribiendo si es que la propia víctima no se constituye en querellante e impulsa la investigación. “En la causa de robo de fruta, los tipos caen presos y vos te constituyen querellante para impulsar la causa. Si no, no la activan, no la mueven”, aseguró.
Consultado al respecto, Ranger fue enfático al señalar que no son robos para un consumo de subsistencia, sino para la comercialización en distintos puestos y verdulerías, formales e informales. “Es para la venta, la venden en Eldorado, en las verdulerías, en puestos ilegales que hay en la ruta. Esto es para la venta. Nosotros tuvimos años que nos llegaron a robar por año 400 mil kilos de naranja, calculando más o menos, por año”, precisó Ranger, añadiendo que es difícil calcular cuánto representa en dinero semejante cantidad de naranjas, porque hay varios eslabones de comercialización, sobre todo en el mercado informal.
“El robo es sistémico. Viene hace más de años. Lo que pasa es que no se hacen las cosas bien, ni la policía, ni la justicia no hacen las cosas bien. Me tuve que convertir en querellante, porque la mayoría de las causas de los robos anteriores nunca se movieron, ni nunca llegó a un veredicto ni nada. Recién creo que hay dos causas que van ahí a juicio, habrá juicio oral por este robo. Pero anteriormente a eso nunca se hizo nada”, confió.
En un tramo saliente de la entrevista, Ranger informó que tiene un destacamento policial a 300 metros de su chacra, y eso no impide los robos. “Los ladrones ganan mucha plata. Acá en Eldorado llegó un momento que había muchísima verdulería que vendían fruta robada. Nadie te controla. Es toda una cadena, en la ruta circula fruta en negro, sin papeles, y nadie controla. Nosotros tenemos packing autorizado, tenemos packing por SENASA, vendemos facturados y con la VTV de tránsito. Y en la ruta transitan camionetas con fruta, se venden puestos al lado de la ruta, sin ningún tipo de papel, en la clandestinidad y nadie hace nada, pues, nadie controla”, se quejó Ranger, quien añadió que además, el robo de frutas, tiene consenso social.
Después del robo 61°, fue a hacer denuncias a un medio radial “y la policía se movilizó. Agarraron tres ladrones. Y yo escuché a la gente, el pueblo, qué opina, y dice, ‘le llevan a un tipo que roba naranja’, ¿Cómo queda? Como que un ídolo el que te roba. O sea, el delito rural no está penado, es como una pavada. El tipo que te roba una vaca para el pueblo, está bien”, precisó el productor, revelando que “un alto jefe policial le dijo que es un ‘robo social’”.
“Entonces, yo ¿para qué trabajo? ¿Para qué tengo empleado en blanco? ¿Para qué tengo partner autorizado? Para que un tipo me robe y circule al lado y vendan mi fruta en negro, que arme un puesto en la ruta y vendan mi fruta al negro. En la zona de Mado – Delicia, hay muchos puestos que están a la a la a la orilla de la ruta. No tienen facturas, son puestos ilegales, no tienen nada. ¿Quién controla? Nadie”, se quejó el productor.
Dejando en claro que tiene contacto con altos jefes policiales, incluido el jefe de la fuerza en Misiones, Sandro Martínez, el productor insistió en que la policía hace mal las cosas. Para ilustrar esto, reveló que en determinadas oportunidades la policía llega a la chacra dando aviso con las sirenas, con lo que difícilmente capturen a maleantes. “Estoy a trescientos metros de la policía, que está al límite de mi chacra. Vos le avisáis y ellos salen con una camioneta a fondo tocando bocina. ¿Qué van a agarrar? Los tipos no quieren laburar”, sentenció Ranger.