Así lo manifestó Paula Moreno, presidenta del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), en diálogo con Radio Up 95.5 durante el ciclo “El País de la Libertad”. Además, indicó que se destacaron alarmantes cifras sobre la violencia contra periodistas en el país.
En este sentido, señaló que en los últimos tres meses, se han registrado 37 agresiones a periodistas, principalmente provenientes de miembros del poder central y de funcionarios del gobierno.
Moreno enfatizó la diferencia entre crítica y violencia: “Una cosa es la crítica, y otra cosa es la violencia”. Este es un punto crucial que el FOPEA trata de subrayar en sus informes y denuncias, donde se hace un seguimiento minucioso de los casos de agresión a la libertad de expresión y de prensa en todo el país.
FOPEA ha sido contundente en sus denuncias, como en el caso reciente contra Daniel Parisini, conocido como «Gordo Dan», por hostigamiento organizado. Moreno explicó: “Esa es una denuncia que realizamos efectivamente en Ciudad de Buenos Aires en el ámbito contravencional y empezamos a ver que hay una figura de hostigamiento digital a partir de una situación que nosotros entendimos que fue un ataque organizado contra nuestro foro días atrás”.
El monitoreo de libertad de expresión que realiza FOPEA se lleva a cabo con la colaboración de periodistas en cada provincia, quienes reportan casos de agresión y ayudan a mantener actualizado un mapa interactivo disponible en su sitio web. Este mapa muestra la localización y detalles de los incidentes registrados. «Siempre fuimos relevantes por caso y la verdad es que siempre fuimos relevantes porque estamos registrando la cantidad de casos y las localizaciones», indicó Moreno.
La situación es particularmente grave en Buenos Aires, donde se ha observado una alta incidencia de casos relacionados con el poder central y funcionarios del gobierno nacional. Moreno comentó: “En los cortes que estamos realizando fundamentalmente este año… tenemos una situación que está ligada con los casos de ataque a la libertad de prensa en Buenos Aires en el Gobierno central”. Los agresores incluyen al presidente de la Nación y otros altos funcionarios, lo que añade una capa de complejidad y gravedad a estos incidentes.
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Uno de los puntos más inquietantes señalados por Moreno es la normalización de la violencia digital. “La figura de todo eso que parece tan corriente, pero después cuando tienes que atacarlo judicialmente no es tan sencillo, es bastante anárquico”, explicó. Este tipo de agresión, especialmente a través de las redes sociales, ha generado un ambiente de hostigamiento continuo que no solo afecta a los periodistas, sino también a la calidad del debate público. “No nos da igual la agresión. No nos da igual que exista este tono que no aporta al diálogo”, subrayó Moreno.
El FOPEA sigue trabajando incansablemente para proteger la libertad de expresión en Argentina, adaptando sus intervenciones según las necesidades y preferencias de las víctimas. Como parte de su protocolo, a veces optan por la publicidad de los casos, y en otras ocasiones, actúan de manera más discreta para proteger a las víctimas.
Este constante trabajo de monitoreo y denuncia es vital para mantener la visibilidad de los ataques contra la prensa y para asegurar que estos actos de violencia no queden impunes. “Nosotros estamos todo el tiempo rastreando casos y se generan diferentes modos de intervención”, concluyó Moreno.