Los combustibles mantienen su ritmo de actualización de precios mensual y en un escenario de caída de ventas, volverán a subir desde este jueves 1 de agosto, un 3 por ciento promedio.
El incremento incluirá el traslado al precio final de la devaluación mensual del peso frente al dólar oficial, del 2%, y una actualización de sólo el 1% en el impuesto a los combustibles líquidos.
El Gobierno aplicará sólo una pequeña suba del tributo, con el fin de que no aumentar la presión sobre el costo de vida. Algo similar a lo que ocurrió con las tarifas de energía, que se espera su suba inminente.
En el mes de agosto aumentarán también las prepagas, los colegios privados, prepagas, peajes y telefonía celular, entre otros.
De esta manera, desde que asumió Javier Milei, el valor de los combustibles aumentó 126%, muy por arriba del 79% de inflación acumulada. Esto se explica por el aumento de los impuestos al sector, que estaban congelados por el gobierno anterior desde 2020, y por el atraso que tenían los precios anteriormente.
El gobierno sigue determinado en su objetivo de bajar la inflación. En una reunión que mantuvo en las últimas horas con referentes del mundo financiero, el ministro de Economía Luis Caputo se mostró confiado sobre el ritmo que lleva la economía doméstica y aseguró que «lo peor ya pasó».
«Lo más difícil ya se hizo y hoy tenemos superávit fiscal, cuasi fiscal y energético y hay créditos hipotecarios”. “Julio va a tener la inflación más baja en lo que va del año y la economía está empezando a crecer”, sumó el el ministro de Economía frente a los principales referentes bursátiles, entre quienes buscó disipar la incertidumbre que reina en los mercados.
En el caso del gasoil, mientras que el litro en la Argentina cuesta en promedio US$0,81 al dólar blue y US$1,19 al tipo de cambio oficial, en Bolivia vale US$0,54; en Colombia, US$0,59; en Perú, US$0,98; en Paraguay, US$1,03; en Chile, US$1,06; en Brasil, US$1,09, y en Uruguay, US$1,32.
Vale considerar que los combustibles están entre los productos que llevan mayores aumentos en lo que va del año, con lo cual el fenómeno de la recesión se intensifica y los argentinos, obligados a recortar su consumo, restringen cada vez más la compra de combustibles. Incluso se ha visto un fuerte cambio de consumo, pasando de los combustibles premiun a los comunes.
Teniendo como foco lo que subieron en el año, llevan acumulado más del 126% promedio, bastante por encima de la inflación acumulada a junio que es del 83,6%, Incluso sumando julio, si se dieran las previsiones de los analistas privados que la ubican por debajo del 4%, no llegaría ese nivel al 87,6%.
El consumo de combustibles en el país cayó en junio 12,05% interanual y anotó la séptima caída mensual consecutiva, según datos de la Secretaría de Energía de la Nación.
Asimismo, las ventas de naftas y gasoil disminuyeron hasta un 34% en las provincias que limitan con los países fronterizos. En Santa Fe, se expendieron 112290,70 metros cúbicos, obteniendo una baja interanual de 6,99%.
En relación al cambio de hábitos de consumo, según los datos de la Secretaría de Energía, en junio el consumo de nafta premium mostró una caída de 20,61% contra junio de año pasado.