Lo advirtió el consultor Nehuén Fariña, de Analytics Comunicación, quien enmarcó el proceso de aumento de las personas que “racionalmente” deciden no ir a votar en el país, con fenómenos que se están dando en toda Latinoamérica. Además, recordó que en las elecciones de mayo en Misiones, la participación en promedio fue del 65%.
La caída en la participación electoral que se está observando en las diferentes elecciones provinciales de este año, podría volver a repetirse en las elecciones PASO de este domingo, aunque el promedio de ausentismo en elecciones nacionales suele ser más bajo que en otro tipo de comicios, según explicó el consultor Nehuén Fariña a Radio Up 95.5 este viernes.
Dejando en claro que la “apatía electoral” y el rechazo consciente de los votantes a sufragar, viene en aumento, con picos muy elevados como el de las PASO en Santa Fe, Fariña vinculó este proceso con un problema más preocupante y más profundo, que es el aumento del descreimiento en las democracias de todo Latinoamérica.
Caída general en la participación electoral en todas las provincias, excepto Formosa y Tucumán
En diálogo con el programa “Primera Vuelta”, Fariña se refirió a la posibilidad de que se repita en las PASO, el escenario de alto ausentismo que se estuvo dando en las elecciones provinciales de este año. “En el conjunto de elecciones provinciales que sucedieron este año, hubo una disminución de las personas que participaron prácticamente en todas, salvo en dos excepciones, que son Tucumán y Formosa, que han mantenido la participación electoral. Pero en el gran en la gran proporción del resto de las provincias, ha bajado la participación, entre 5 y 7 puntos, en promedio, con respecto a la (anterior) elección”, sostuvo el consultor.
Por otra parte, si a este fenómeno, se le suma el aumento del voto en blanco y del voto nulo, del 3 al 5 por ciento, “cuando uno empieza a combinar la falta de participación con porcentaje del voto de nulo y voto en blanco, empezamos a ver fenómenos como el de Santa Fe en la última elección provincial (PASO provinciales), donde solo votó un 65% más, una combinación del voto blanco y nulo de 15 puntos, tenéis que sólo votó la mitad del padrón”, explicó Fariña. Y remarcó: “O sea, solamente uno de cada dos santafesinos fue a votar para gobernador”.
Sin embargo, Fariña aclaró que las causales de esta deserción electoral son “múltiples y variadas: podemos de apatía electoral, de desinterés, de bronca, pero de lo que hablamos, es que decididamente hay una ausencia en términos sectores de personas que racionalmente están diciendo ‘no voy a votar’”.
Asimismo, Fariña recalcó que Misiones no escapa a este proceso de rechazo a la participación electoral, más allá de que el Gobierno provincial intente maquillarlo. “Recuerdo, los primeros números de recuento provincial que decían que habían votado en 70 por ciento (del padrón). Eso fue ciertamente una mentira. Votó apenas si 64 por ciento en la provincia de Misiones y en algunas localidades, fue muchísimo menos (la participación electoral) El promedio fue 64 por ciento, pero el promedio en algunas localidades fue 60, 59, 57 o 55 (por ciento).
“Entonces decididamente hay un fenómeno que podría llegar expresarse en las selecciones del domingo con una u otra preferencia por algún candidato más o menos antisistema que otros”, anticipó Fariña, vinculando la apatía electoral con las propuestas antisistema.
Respecto de si esto podría darse en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, Fariña se mostró cauto y puso de relieve que, históricamente, siempre hubo más participación en elecciones nacionales. “Las selecciones presidenciales en Argentina siempre tienen mayor participación, mayor movilización que las elecciones provinciales o que lecciones legislativas nacionales. El promedio de (participación) en la elección nacional está en un 80%, y el promedio en las PASO de una elección presidencial está en un 76%. Ya estamos hablando de que hay una diferencia de más o menos diez puntos, entre la participación provincial y entre la participación nacional, y de 15 a 20 puntos, si hablas de la general del 80%”, precisó.
Entonces, se abre una incógnita importante respecto de qué van a hacer esos electores que suelen no participar en las provinciales y sí lo hacen en los comicios presidenciales, según el analista. “Esa es la gran pregunta. Teniendo en cuenta los fenómenos de los últimos días en la agenda nacional y los casos (de inseguridad) están conmocionantes, que está viviendo la sociedad, muy probablemente esto desaliente, la participación electoral”, planteó Fariña, aunque aclaró que se habla de “conjunciones” o hipótesis.
Creciente descreimiento en los sistemas democráticos en Latinoamérica, con aumento de la violencia en los procesos eleccionarios
Por otra parte, Fariña reflexionó sobre la caída en la participación electoral y su posible vínculo con un descreimiento en aumento, en los sistemas democráticos, un problema que se observó primero en otros países de Latinoamérica y ahora estaría llegando a la Argentina. “De lo que sí podemos hablar es que hay un síntoma un poco más grande, un poco más preocupante en torno a nuestra participación en un sistema de voto obligatorio, como es el que tiene Argentina y un fenómeno que es bastante novedoso para para la democracia argentina, como la ausencia de participación”.
Admitiendo que Argentina siempre se caracterizó “por tener niveles de participación bastante elevados, hay que hablar en contexto latinoamericano”, dijo Fariña. Y recordó la medición de la organización Latinobarómetro, “que trabaja sobre índices de credibilidad y confianza (en las democracias) de toda América Latina, y hace pocas semanas difundió un dato estremecedor, que dice que el promedio en América Latina de las personas que están conformes con vivir en democracia, es menos de la mitad. Al 55 por ciento de los latinoamericanos hoy les es indiferente vivir en democracia. Argentina es el último país en esa lista, o sea, es el país que más defiende la democracia, pero apenas con un 40 por ciento (de indiferencia respecto del sistema democrático)”, precisó el consultor.
“Ahí es donde uno ve una gran masa de personas, este 40 por ciento de argentinos (que les es indiferente vivir en democracia), por debajo del promedio de latinoamericano, en un contexto donde, los distintos síntomas (de falta de credibilidad en la democracia) que probablemente han llegado antes a otros países”, analizó Fariña, quien puso como ejemplo las crisis políticas que se están dando en Ecuador, Colombia o México. “Son todas elecciones envueltas en fenómenos bastante violentos, con candidatos con discursos bastante duros y con confrontaciones más explicitas”, amplió el consultor.
De acuerdo con Fariña, estos son “fenómenos bastante novedosos, que en Argentina estuvieron llegando este año con el atentado de la Vicepresidente (Cristina Kirchner), con el nivel de mi violencia de los distintos candidatos que, bueno, puede estar empezando a fomentar esta ausencia y rechazo por parte de la ciudadanía y hacia la política en general”, sentenció el consultor, sobre el preocupante proceso de incremento de la violencia política combinado con el descreimiento en los sistemas democráticos y en las elecciones.
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