Un paraguayo de 21 años es el principal sospechoso del millonario atraco perpetrado el martes a la tarde en la localidad de Puerto Iguazú y para su captura en el vecino país fue clave un identikit confeccionado por agentes especializados de la Policía de Misiones.
El implicado fue identificado como Adan Alejandro L. A., de tan solo 21 años, aunque con un extenso prontuario en su curriculum delictivo.
El muchacho fue detenido en la localidad de Presidente Franco, Paraguay hacia donde viró la pesquisa a partir de una pista de geolocalización que también fue aportada por la fuerza misionera.
De acuerdo a lo detallado por fuentes policiales, la búsqueda se orientó hacia Paraguay cuando los pesquisas misioneros detectaron que el celular robado a la víctima se activó por última vez en ciudad paraguaya ubicada al otro lado del río Paraná.
Los integrantes de la División Inteligencia de Frontera enviaron entonces esa información a sus pares en Paraguay, como así también un identikit elaborado a partir de la descripción aportada por la víctima del asalto.
De esta manera, en suelo paraguayo los uniformados de la Policía Nacional contaron con dos elementos que resultaron siendo claves para la ubicación del sospechoso.
En primer lugar, establecieron que el celular robado se encontraba en un baldío del barrio San Francisco y luego reconocieron que el identikit tenía rasgos que coincidían con un conocido delincuente que reside en la misma zona.
Fue así que avanzaron sobre el sospechoso y lo arrestaron mediante una orden emitida un fiscal local, quien además dispuso que el implicado quede alojado en una dependencia de la ciudad hasta tanto se realicen los trámites correspondientes para su traslado a Misiones.
Una vez en Argentina, el implicado quedará a disposición del Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, a cargo del magistrado Martín Brites, encargado de la investigación del asalto.
El hecho que se registró el martes a la tarde, cuando un hombre de 33 años circulaba en un Audi Q5 por la avenida Río Paraná de la Ciudad de las Cataratas hasta que fue interceptado por un motochorro armado, el cual le sustrajo una mochila con 3 millones de pesos, 35.000 reales y 15.000 dólares, botín que superó los 30 millones de pesos en total.
Además del dinero, el delincuente también robó la llave del vehículo de la víctima y su teléfono celular, aparato que ahora resultó fundamental para su captura en el vecino país.