El hecho ocurrió a la salida de una escuela de Ñu Porá en la localidad de Garupá, un hombre de 49 años denunció anoche que su hija de 15 fue interceptaday fue trasladada a un galpón donde delincuentes con acento portugués le extrajeron sangre.
En su denuncia el vecino de Garupá indicó que ayer a las 19.10 su hija llegó a casa llorando y allí contó lo que había sufrido horas antes.
De acuerdo a la acusación formal, la adolescente salió al mediodía de su escuela y allí fue interceptada por un sujeto calvo, de entre 40 y 45 años, con ropa blanca y azul, que le preguntó la hora y luego le tapó la boca con un trapo.
Consecuencia de ello, la joven comenzó a experimentar mareos y en esas circunstancias afirmó ser subida a un vehículo utilitario que podría ser una Kangoo o una Partner que tenía cartones en las ventanas y su conductor utilizaba una máscara de jabalí.
La denuncia señala que dentro del rodado había una camilla, en la cual fue acostada y desde allí, con los ojos vendados, fue trasladada hacia un galpón donde los atacantes le extrajeron sangre de su brazo izquierdo.
La muchacha indicó que al menos uno de los delincuentes tenía acento portugués y que después de todo lo sucedido fue abandonada sobre calle Los Yerbales, entre Claveles y Azalea del mismo barrio Ñu Porá.
Tras la denuncia, los efectivos policiales trasladaron tanto al padre como a la adolescente hacia el hospital para las correspondientes revisiones médicas e informó de lo sucedido al Juzgado de Instrucción Siete, a cargo del magistrado Miguel Mattos.
La presentación fue radicada en la comisaría Quinta de Garupá y desde el juzgado se activaron las medidas necesarias para corroborar los hechos denunciados y dar con los presuntos responsables.