Desde fines de los años 70 y a partir de las cláusulas celebradas con el Tratado de Roma, tratado que dio vida a la Unión Europea a mediados del siglo XX, en Europa se celebran elecciones para determinar quiénes representarán a sus respectivos países desde el Parlamento europeo.
La Unión Europea cuenta con 3 organismos principales: el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo y la Comisión Europea. El de mayor relevancia de los mencionados es el Parlamento, ya que es el encargado de legislar, así como también de controlar a la Comisión Europea. Además, el Parlamento es electo mediante el sufragio universal, es decir, cualquier ciudadano cuyo país sea miembro de la Unión Europea, tiene el derecho de elegir a sus representantes. El sistema de votación es similar al nuestro (con la pequeña diferencia que allá no existen los papelitos de colores como acá), es decir, existe una fecha especial en la cual solamente se vota a los miembros del Parlamento Europeo.
A diferencia de nuestro prácticamente inexistente Parlamento del Mercosur o “Parlasur” que ni siquiera cuenta con legitimidad y simplemente cumple con una función testimonial; el Parlamento Europeo es el encargado de crear y hacer cumplir las leyes que regirán dentro de la UE (de ahora en más llamaremos así a la Unión Europea), así como también es el órgano encargado de controlar a la Comisión Europea. Esta es la razón por la cual los gobiernos esperan expectantes los resultados de dichas elecciones ya que del resultado se desprenderá la popularidad o el grado de aceptación con el que cuentan los gobiernos europeos. He aquí donde se dieron 2 derrotas contundentes, a partir de la cuales solamente uno de ellos actuó como un verdadero líder, el otro actuó como un líder, pero populista.
El primer caso, el de Francia, cuyo gobierno atraviesa su segundo mandato con Emanuel Macron a la cabeza. Si bien Macron prontamente se convirtió en uno de los lideres más importantes a nivel mundial, uno de los más fervientes opositores de un cada vez más probable acuerdo entre Mercosur–Unión Europea, se ganó un renombre importante en cuanto a su política exterior; sin embargo, en lo que respecta a la política interior, la administración Macron viene de conflicto en conflicto; la última gran protesta fue del sector agropecuario que reclamaba políticas y condiciones más favorables para el sector. Este fue un golpe muy duro para Macron ya que por semanas, nada ni nadie podía entrar o salir de París debido a los tractores y otras maquinarias atravesadas a lo largo y ancho de los accesos principales de la tan conocida “Ciudad luz”. A partir de este momento, la imagen del presidente cayó en desgracia; sin embargo, Macron se mostró confiado para las elecciones europeas, para la cual había elegido a Valerie Hayer como su candidata principal. Por el otro lado, el partido ultra opositor llamado Agrupación Nacional (cuya ideología es predominantemente conservadora) liderado por Marine Le Pen, lanzó como candidato al joven político Jordan Bardella, presidente del mencionado partido. Luego de una durísima campaña en la cual se tiraron con munición gruesa, llegó el día de las elecciones, y la “bestia mediática” como se lo conoce a Bardella, logró una victoria aplastante frente a la candidata del presidente Macron, llevando a la “derecha” a lo más alto de la representación a nivel europeo. Ese mismo día, el presidente Macron llamó a elecciones parlamentarias anticipadas. Haciendo la lectura que corresponde, el presidente no dudó en escuchar el resultado de las urnas, ya que disolvió el parlamento nacional, permitiendo de esta manera, que los ciudadanos se expresen.
Por otro lado, tenemos a España, liderada por el presidente de gobierno Pedro Sánchez y todas las particularidades que analicé (véase la columna “Madre Patria, madre de malos hábitos”). En consonancia con la Francia de Macron, ambos líderes llegaban más que confiados a la contienda electoral. Teresa Ribera Rodríguez fue su elegida para la contienda, quien tuvo como contrincante a Dolors Montserrat que representaba al eterno contrincante del PSOE, el PP o Partido Popular (conservador-liberal). Si bien la diferencia a favor de la candidata Montserrat fue ínfima, esto le alcanzó para asestarle un golpe muy duro al presidente Sánchez, que, dicho sea de paso, jamás acusó recibo del mensaje de las urnas, simplemente se limitó a felicitar a los vencedores, para luego seguir como si nada hubieses pasado, cualquier imagen o semejanza con los líderes argentinos NO es mera coincidencia.
Debo destacar además que las mencionadas elecciones han marcado una tendencia hacia la derecha ya que, los partidos más afines a las políticas conservadoras se han alzado con resonantes victorias, deberemos estar atentos a las decisiones que comiencen a surgir de la institución más importante de la Unión Europea. Por lo pronto, es destacable el accionar republicano del presidente Macron al llamar a elecciones parlamentarias anticipadas, a contraposición del presidente Sánchez, que prefiere continuar atornillado a un puesto que comienza a quedarle muy grande