Los legisladores más alineados a La Libertad Avanza se opusieron al proyecto consensuado entre el kirchnerismo y los bloques de la oposición dialoguista, para recomponer jubilaciones por encima de lo que otorga el DNU 274/24. Las consecuencias de una votación que quedó a 11 votos de los dos tercios, con lo que se podría impedir un veto presidencial.
La coalición de Juntos por el Cambio ya no existe más en el Congreso, y posiblemente también en la provincia de Misiones. Así quedó de manifiesto con la votación del proyecto de reforma previsional en el Congreso de la Nación, esta madrugada, que obtuvo la media sanción en Diputados con 160 votos a favor, 72 en contra y 8 abstenciones.
De hecho, los bloques que impulsaron la reforma que establece una nueva fórmula de movilidad jubilatoria, una recomposición mayor a la otorgada por el DNU 274/24 y un piso para el haber mínimo, quedaron a apenas 11 votos de lograr los dos tercios de la Cámara baja.
Ese dato es políticamente crucial: con los dos tercios, los legisladores podrían bloquear un veto del presidente Javier Milei, que ya avisó que va a vetar cualquier iniciativa que, según su opinión, afecte al equilibrio fiscal. En otras palabras, la derrota legislativa del oficialismo podría ser mucho más contundente si el presidente veta el proyecto y se reúnen 171 diputados. Ahora, la discusión pasó al Senado, que por estos días está tratando la ley de Bases y el paquete fiscal.
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En concreto, lo que era el bloque de Juntos por el Cambio Misiones, volvió a quebrarse como viene sucediendo en las últimas votaciones. La “libertaria” Florencia Klipauka y el macrista Emmanuel Bianchetti votaron en contra de la iniciativa consensuada entre los bloques de Unión por la Patria, Unión Cívica Radical, Hacemos Coalición Federal, Innovación Federal y Coalición Cívica, entre otros. Mientras que el radical Martín Arjol votó a favor, junto con los renovadores Alberto Arrúa, Carlos Fernández, Yamila Ruiz y Daniel Vancsik.
Lo significativo parece ser que los tres legisladores del desaparecido Juntos por el Cambio, enfrentan un costo político por esta votación: Arjol por votar junto con el kirchnerismo y la Renovación; Klipauka y Bianchetti por votar en contra del interés de los jubilados, el sector que soporta la mayor carga del ajuste que impulsa el gobierno de Milei.
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La mayoría que se conformó con toda la oposición en el Congreso
Cabe aclarar que el dictamen aprobado fue el primero en minoría, el de la UCR, porque el de la primera mayoría fue rechazado por 135 votos, contra 99 positivos y 7 abstenciones. A continuación, y tras que quedara claro que existía un acuerdo previo por el que se había llegado a ese punto, el dictamen de los bloques UCR, HCF, IF y CC, resultó aprobado con los mencionados 160 votos a favor, entre los que aparecen Arjol y los renovadores.
Para esta votación, se aceptaron los cambios a los artículos 4 y 10, que leyó el radical Lisandro Nieri, y que resultaban parte del acuerdo alcanzado con la bancada conducida por el kirchnerista Germán Martínez. El artículo 10 subsanaba una diferencia existente entre los dos dictámenes, el que refiere a la utilización del Fondo de Garantía de Sustentabilidad para pagar deudas previsionales.
Tras un debate de más de ocho horas, Unión por la Patria y los llamados bloques “dialoguistas” (UCR, Hacemos Coalición Federal, Innovación Federal y Coalición Cívica) establecieron un acuerdo para establecer un cálculo que contempla el índice de inflación como referencia -al igual que el DNU 274/24-, pero suma que en marzo de cada año también se aplicará un aumento del 50% por variación salarial (RIPTE).
A su vez, establece una garantía para el haber mínimo, que tendrá como piso lo equivalente a 1,09 del valor de la Canasta Básica Total per cápita, que en abril fue de $268.012.
De acuerdo con Parlamentario, en toda la oposición, incluido el PRO, había consenso en recomponer las jubilaciones de acuerdo con la inflación más alta del año, que fue la de enero con 20,6%. No conformes con el 12,5% en abril que el Gobierno estableció mediante su DNU, la iniciativa aprobada estipula que se otorgue un incremento adicional del 8,1% para recuperar los ingresos de jubilados y pensionados. El PRO finalmente votó con LLA, por el costo fiscal de la reforma.
Por el contrario, los impulsores de la iniciativa se apoyan en el informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), que estimó que el costo fiscal del cambio en las jubilaciones será del 0,43% del Producto Bruto Interno.