Una empleada del organismo que preside el renovador Alejandro Garzón Maceda sostuvo en una conversación telefónica con una damnificada por la empresa provincial de energía, que no iban a labrar las actas de la audiencia de conciliación pactada para el 17 de mayo, “porque no nos están dando tonner, ni hojas. Hacemos a mano escrita que vinieron las partes y ustedes pueden hablar, pero no queda en un acta”, dijo la empleada dejando en evidencia que la conciliación no tendrá ninguna constancia legal.
La Dirección de Defensa al Consumidor no estaría haciendo las actas que legalizan las audiencias de conciliación entre partes, por falta de insumos, según explicó una empleada del organismo a una mujer que demanda a EMSA por el incumplimiento de un acuerdo de electrificación en una zona rural de Wanda. Esta insólita respuesta de la trabajadora de Defensa al Consumidor, en caso de confirmarse, deja muy mal parado al titular del organismo Alejandro Garzón Maceda, por la incapacidad de la dirección de, como mínimo, labrar actas en audiencias de conciliación que involucran a EMSA y a usuarios damnificados por la empresa.
Esta semana, Roxana Belmonte, la emprendedora bonaerense que compró un lote en Wanda con el proyecto de construir un lodge, pero lleva más de dos años reclamando que le provean de electricidad, se comunicó con Defensa al Consumidor para confirmar que la audiencia de conciliación se llevará a cabo el 17 de mayo próximo, como lo pactaron con el organismo en marzo. Pero la excusa esgrimida por la empleada, fue sorprendente y bizarra.
Belmonte se comunicó con Defensa al Consumidor para ratificar la realización de la audiencia de conciliación en la Sala 1. Y ante una de las empleadas del organismo, pidió dialogar con Mario Roa, con quien había iniciado los trámites por la demanda que le hace a EMSA, en el marco de la causa 434-24 de la defensoría. La trabajadora confirmó que se realizará la audiencia en la sala 1, el viernes próximo desde las 10 de la mañana.
Sin embargo, la empleada derivó la llamada con la encargada de la Sala 1, y fue esta segunda persona, la que brindó la increíble excusa para no llevar las actas de la audiencia.
“Yo quería ratificar la audiencia para este viernes 17 de mayo a las 10 horas”, dijo Belmonte en la llamada y entonces, la empleada que se identificó como Rocío Benítez, contestó: “Sí, mire, nosotros ahora estamos con falta de insumos. Las audiencias no se están realizando. Solamente nosotros estamos haciendo a mano escrita, que usted concurre el día de la audiencia, puede que venga a la otra parte, como puede que no, se le notifica a las dos partes, digamos, si vienen, pero todo (a) mano escrita no más”, contó la empleada que repreguntó: “¿contra quién era la denuncia?”
Belmonte, atónita, dijo que la demanda era contra EMSA y planteó sus inquietudes ante esta situación insolita. “Hace un mes y medio que me han dado fecha, estoy aguardando y ¿la audiencia entonces no se va a tomar?”, inquirió Belmonte.
Y la empleada de Defensa al Consumidor sostuvo: “Puede que vengan los de Emsa. O sea, las partes vienen. Lo que no hay es acta, porque nosotros no tenemos insumos. No nos están dando tonner, no tenemos hojas.”
“No entiendo entonces, ¿se lleva a cabo igual la audiencia o no?”, insistió Belmonte y la trabajadora reiteró: “Nosotros hacemos (a) mano escrita, que vino usted y vino la otra parte. En ese momento que vienen las partes, usted igual puede hablar, pero no queda en un acta. ¿Se entiende? Porque nosotros hacemos un acta donde vino usted y vino la otra parte y qué manifiesta cada uno. Eso sería un acta y una firma de cada uno. En este caso, que no tenemos un insumo, estamos viendo manas escritas y solamente se pone que vino usted, vino o no de la otra parte y que nosotros estamos informando que se suspende la audiencia. Solamente eso va en el acta más allá que ustedes pueden hablar o llevar un acuerdo o no”, detalló la empleada, dejando en claro que la audiencia de conciliación no se realizará y si se realizara, carece de toda validez legal al no labrarse actas firmadas por las partes.
Ante esta explicación, Belmonte quedó perpleja e insistió en que la harían trasladarse desde Wanda, únicamente para firmar un papel escrito a mano alzada, sin ningún valor, en el marco de una audiencia de conciliación fijada por la Dirección de Defensa al Consumidor.
“Yo me presentaría ahí simplemente para hacer mi acto de presencia, ¿para una audiencia que ya se sabe de antemano que va a ser suspendida?”, planteó la emprendedora, ante lo que Benítez respondió afirmativamente, aunque también brindó la alternativa de escribir un mail a [email protected] y le responderían con una foto.
Visiblemente ofuscada, Belmonte sostuvo en la conversación que era sorprendente que a cinco días de la audiencia de conciliación, la Dirección de Defensa al Consumidor no le avisara formalmente que la audiencia se suspendía, por supuesta falta de insumos. Y planteó que más allá de no contar con insumos, existen otras formas de registrar la audiencia -filmaciones- para registrarla y después, pasarla a un acta. Al tiempo que remarcó que el viaje desde Wanda a Posadas es costoso y hasta diputados provinciales se habían ofrecido para costeárselo. “Y si yo no llamo para ratificar (la concreción de la audiencia), no me informan”, lanzó Belmonte, pero la empleada de la defensoría ya no replicó nada y sólo acordaron que se enviaría la confirmación de la suspensión de la audiencia.
Cabe remarcar que la respuesta de la empleada de Defensa al Consumidor, además de ser inverosímil, muestra una importante contradicción: si los representantes de EMSA pueden acudir, ¿por qué la audiencia quedaría suspendida? La defensoría no avisó formalmente a EMSA que no cuentan con insumos y por tanto no se labrarían actas de la conciliación con Belmonte.
Sea cual sea la verdad sobre las audiencias de conciliación que Defensa al Consumidor organiza cuando el demandado es la empresa provincial de energía EMSA, queda en evidencia que en este caso, no están garantizando el mínimo derecho del consumidor de acceder a una audiencia con la demandada. Sin mencionar el destrato al que someten a esta usuaria de Wanda, que está residiendo en su lote sin electricidad ni agua potable desde 2021.