Ramiro Aranda dijo en una entrevista que “el docente misionero tiene que entender que trabaja 4 horas mientras que en otras provincias lo hacen 5 horas” y recalcó los docentes “ya tuvieron tres aumentos en el año”. Los educadores tomaron el guante y le respondieron en duros términos. “Es un impresentable”, señaló una referente del Frente de Trabajadores de la Educación en Lucha.
Este martes, el ministro de Educación de la provincia, Ramiro Aranda, defendió la política salarial del gobierno renovador, que deja a los docentes misioneros con los peores salarios del país, con un piso salarial de $211 mil para el cargo testigo sin antigüedad. Destacó que “ya tuvieron tres aumentos en el año” y que trabajan “4 horas” por jornada laboral, cuando en otras provincias, lo hacen 5 horas.
Las declaraciones no cayeron bien en el sector mayoritario de la docencia misionera, que está realizando asambleas, paros con y sin asistencia a los lugares de trabajo, movilizaciones y protestas en calles y rutas, exigiendo recomponer el poder adquisitivo de los salarios, que perdieron más del 110% contra la inflación en desde noviembre a la fecha.
En una entrevista con radio República, el ministro Aranda brindó una entrevista en la que opinó que “el docente misionero tiene q entender q trabaja 4 horas mientras en otras provincias lo hacen 5”.
Asimismo, sostuvo que en el gobierno renovador “siempre buscamos mejorar el sueldo” y que los docentes “ya tuvieron 3 aumentos en lo que va del año”.
Por otra parte, afirmó que “todo se puede reparar desde el diálogo y no con personas violentas”. Esto parece hacer referencia al reclamo que enfrentó en persona, cuando participaba junto a la presidente del Consejo General de Educación Daniela López, del agasajo de una supervisora que se jubiló en Oberá, y un puñado de docentes les pidieron que reabran la mesa paritaria
Y dirigiéndose a la docencia misionera, dijo que “a fin de mes quédense tranquilos que va a haber aumento”, con lo que blanqueó la estrategia de la provincia de postergar la recomposición salarial hasta junio. Por supuesto, sin brindar un porcentaje o número de ajuste salarial.
Los docentes del Frente de Trabajadores de la Educación en Lucha, no tardaron en salir a responder a Aranda, en diversas redes sociales, al tiempo que lo calificaron de “impresentable”
Respecto de la jornada laboral, referentes del FTEL aclararon que es falso lo que dijo Aranda. “En todo el país el salario inicial sigue siendo el de jornada simple por 4 horas aproximadamente frente al alumno. La quinta hora es un programa nacional que no se aplica en todas las jurisdicciones. Se recibe una compensación con fondos nacionales por fuera del salario que pagan aquellas. En algunos casos, por los recortes, se está dando de baja, caso de Provincia de Buenos Aires. En otras arrastran deudas importantes”, aclararon referentes del FTEL, en diálogo con este portal.
En cuanto a la opinión de Aranda sobre los supuestos incrementos salariales, los docentes recordaron que las recomposiciones se dieron en febrero y abril, es decir dos aumentos y no tres. “Y siempre buscan hundir el salario docente”, fustigaron docentes, sobre las recomposiciones a la baja – por debajo de la inflación–, y muchas veces sin acuerdo con los sindicatos y gremios que representan a los maestros misioneros.
Sobre las acusaciones de Aranda sobre la supuesta violencia de algunos sectores docentes, una referente del FTEL explicó que “siempre” se puede sostener un “diálogo con contenido, con funcionarios que resuelvan las demandas de los trabajadores. Violencia es el hambre y las necesidades que pasamos los docentes”, replicaron contra el ministro Aranda, uno de los de peor imagen del gabinete del gobernador Hugo Passalacqua.
Por último, también cuestionaron al ministro por sus promesas de recomposición de haberes, insistiendo en que el sector necesita que los docentes reciban una recomposición del 100% que dejaría el piso salarial de la maestra de grado sin antigüedad –el cargo testigo– en torno a los $450 mil, es decir, alcanzando el costo de una canasta básica alimentaria –que determina la línea de la indigencia– para una familia tipo en Misiones.