RadioUp 95.5 dialogó con diversas personas que ejercen distintos tipos de oficios que hoy en día no abundan, pero constituyen un ingreso extra.
Algunos oficios que resultan escasos son, por ejemplo, el afilador de cuchillos, el lechero; si nos detenemos en Posadas podemos hasta decir que las lavanderas que llevaban ropa para lavar a orillas del río Paraná y los pescadores que recorrían los barrios de la ciudad ofreciendo grandes peces, son otros oficios que sólo viven en la memoria colectiva de las sociedades.
Sin embargo, hay oficios que han perdurado a pesar de las 3 grandes revoluciones industriales a lo largo de la historia, sin mencionar las numerosas crisis económicas de la Argentina: modistas, tapiceros, lutieres, zapateros.
Radio Up 95.5 dialogó con trabajadores que ejercen estos últimos oficios.
César Paredes es zapatero y contó que ya su padre fue zapatero junto con otros parientes: “Prácticamente nací y me crié en esta profesión […] ya de niño trabajaba en esto con mi padre, ya creo que a los 10, 11 años ya hacía algunas cositas ayudándole a mi papá, pero siempre continuamente al lado de él, mirando cuando no estaba en el colegio”
Cés aaar recordó que antes era más habitual que los hijos continúen y colaboren con el trabajo de su papá porque, según él, “había más obediencia hacia los padres”. Agregó además que su padre, además de zapatero era artesano, confeccionaba monturas de caballos, pelotas de cuero, “él también era talabartero”.
Con respecto a materiales con los que trabaja en su zapatería, aseguró que hoy en día hay muchos calzados hechos con cuero ecológico “que para mí no es ecológico, el cuero es cuero… Nunca vi una vaca ecológica”. Aseguró que ese tipo de cuero tiene una corta duración de 2 o 3 años “después se empieza a descascarar como una piel”
En relación a las dificultades que encuentra al momento de trabajar, César afirmó que “cuando uno hace lo que le gusta, no hay nada difícil y sin solución”
Paredes confirmó que desde hace un año, debido al aumento de los precios de calzados, aumentó la demanda de arreglos de zapatos, zapatillas y tacos usados “porque la gente no tiene para comprar un calzado nuevo, entonces se ve obligada a reparar los que ya tienen y aguantar todo lo que se pueda”
A la problemática planteada esta mañana en Primera Vuelta, se sumó Víctor Cicioli, tapicero que trabaja en la capital misionera. Afirmó que lo que mejor le sale confeccionar son los muebles de estilo: “son todos esos muebles de corte fino que se utilizan desde la época de Mariquita Sánchez de Thomson, muebles muy finos que hoy en día ya no se confeccionan con la misma demanda que antes [..] hoy los muebles que hay están hechos por un cajón forrado con cuero o cuerina, que te duran un mes y ya se empieza a romper o desgastar”
Sobre los materiales que utiliza para su trabajo, asegura que, por una cuestión de precios, conviene comprar de Buenos Aires las telas y cueros que necesita: “ahora se usan mucho en las telas que son anti manchas, unas palmadas… Acrílicas que son muy lindas […] lo más usado es la cuerina, porque es mucho más barato que una buena una tela fina como una pana guanabara, un gobelino […]El gobelino es la tela estampada que se ven en los muebles más antiguos en cualquier oficina antigua, digamos o en cualquier casa más o menos delicada, se ven las telas estampadas que son por lo general hechas con gobelino argentino que es la mejor tela con la pana argentina que es la pana guanabara.”
Para César, la cuestión de las viviendas también influye en la demanda de los muebles: “antes las casas eran más grandes, con más ambientes, ahora la gente que vive en un monoambiente o un espacio de 4×4 tiene que arreglarse con un cajoncito adaptado al poco espacio de su departamento”
También José Ojeda, lutier de cuerda frotada de Posadas, contó su experiencia en esta particular profesión: “mi especialidad es la cuerda frotada, que serían el violín, la viola, el violonchelo y el contrabajo. Se les dicen frotadas justamente porque se tocan así. […] yo empecé en este oficio desde muy chico, como estudiante en una lutería en Buenos Aires. Se puede vivir de eso, de hecho, yo lo hago, mantengo a mi familia con este trabajo.
José agregó además que debido al “boom” de los conciertos de orquestas y grupos musicales que implementan cada vez más los instrumentos de cuerdas frotadas en la provincia, sostiene un nivel de demanda constante, además que, según él, es el único lutier de cuerda frotada que hay en Posadas o por lo menos, no conoce a otro.
Brindó detalles sobre las características especiales de su trabajo y aseguró que es “un trabajo solitario […] trabajo solo en mi atelier, porque uno sabe las cosas y detalles que hay que reparar y corregir de cada instrumento y cada uno tiene su forma y métodos de trabajo” también aclaró que recibe instrumentos para reparar que vienen de todo el NEA, y que incluso fabrica instrumentos desde cero. También reconoció que la inflación y las dificultades para conseguir materiales del exterior hacen que los presupuestos de sus trabajos se eleven más, ya que hay cuerdas, clavos y clavijas que no se fabrican en el país y entonces se ve obligado a comprarlos en Buenos Aires, donde allí importan desde Italia, España o Uruguay.