Lo dijo el referente de la policía, el suboficial retirado Ramón Amarilla, dirigiéndose a un nutrido grupo de expolicías, policías, penitenciarios y hasta docentes, que se sumaron a la protesta. “Están haciendo lo que quieren con todos los sectores, con la docencia; esta lucha que nosotros estamos llevando que es la misma que ellos están llevando”, recalcó.
En el marco del 168° aniversario de la creación de la Policía de Misiones, miembros de las fuerzas de seguridad y penitenciarios volvieron a protestar por los sueldos de miseria que les impone el gobierno renovador de Misiones, que cerró unilateralmente una mesa de negociación con el sector de los uniformados, imponiendo una recomposición del 10%.
Con varias decenas de uniformados y expolicías, junto a algunos docentes que apoyan el reclamo por mejores salarios para todos los empleados estatales, uno de los que tomó la palabra para hablar en la manifestación frente a la casa de Gobierno de Misiones, fue el suboficial retirado Ramón Amarilla.
“Hoy nos autoconvocamos acá de nuevo, para manifestar nuestro descontento con ese mísero 10%, que dio el gobierno de la provincia a todos los sectores contra su voluntad”, lanzó el referente de los policías de Misiones.
Y amplió el planteo, con críticas a la política salarial del gobierno provincial. “Nuestras mesas de diálogo parece que no tienen sentido con el gobierno. Porque si fueran mesas de diálogo, nosotros tendríamos que tener la opción de que el gobierno nos escuche, escuche nuestra verdad”, acusó Amarilla.
“Pero están haciendo lo que quieren con todos los sectores, con la docencia, que les agradezco que hayan venido a apoyarnos con esta lucha que nosotros estamos llevando (adelante) que es la misma que ellos están llevando”, puntualizó Amarilla, a favor del reclamo que vienen haciendo los docentes misioneros, que llevan a cabo medidas de fuerza y movilizaciones desde hace semanas.
A estos dos sectores de estatales, hay que sumar el de Salud Pública, que este martes inició un paro de 72 horas, por considerar insuficiente, la recomposición salarial que les impuso el gobierno provincial. Los tres sectores perciben salarios que no alcanzan a cubrir la canasta básica total – ni siquiera en los escalafones más altos de la pirámide salarial – y en muchos casos, no sirven para cubrir la canasta básica alimentaria, que define la línea de la indigencia.