Rusia bombardeó la capital de Ucrania y la región de Odesa con drones iraníes, atacando infraestructuras civiles y puertos. Durante la madrugada de un miércoles, las fuerzas de Vladimir Putin lanzaron drones explosivos Shahed de fabricación iraní desde el mar Negro hacia la región de Odesa y la capital Kiev.
El objetivo evidente del ataque era la infraestructura portuaria e industrial de la región de Odesa, que es blanco recurrente de los ataques rusos tras la salida del acuerdo de exportación de granos. Estos bombardeos ganaron en intensidad desde que Rusia puso fin al acuerdo que permitía la exportación de millones de toneladas de cereales ucranianos por el mar Negro.
En el ataque contra Kiev, grupos de aeronaves Shahed procedentes de distintas direcciones penetraron el espacio aéreo de la ciudad, pero las fuerzas de defensa aérea lograron detectar y destruir más de 10 drones a tiempo, evitando víctimas humanas. Sin embargo, los aparatos abatidos provocaron daños materiales en inmuebles y carreteras.
Estos ataques se producen en el contexto de una escalada de tensiones entre Rusia y Ucrania, con acusaciones mutuas de ataques con drones. Además, se reportó una supuesta presencia de mercenarios rusos del Grupo Wagner en Bielorrusia, lo que generó preocupación en países vecinos como Polonia, Ucrania, Lituania y Letonia.
Es importante destacar que, hasta el momento, no se reportaron víctimas humanas en los ataques a las infraestructuras civiles y portuarias de Ucrania. Sin embargo, la situación sigue siendo tensa y la comunidad internacional está atenta a los desarrollos en la región.
(Fuente: Infobae)