La lluvia, ese fenómeno tan común y a la vez tan vital, no solo afecta el ritmo de vida de los humanos, sino que también tiene un impacto significativo en nuestros amigos peludos, los perros y gatos. Aunque a menudo disfrutan de un chapuzón en los charcos y la frescura que trae una buena lluvia, las consecuencias de este clima pueden ir más allá de un simple juego acuático.
Durante los días lluviosos, no es raro observar cambios en el comportamiento de nuestras mascotas, los perros y gatos pueden mostrar signos de estrés o ansiedad, especialmente cuando los truenos retumban en el cielo. El sonido intenso puede activar su sistema de defensa, llevándolos a un estado de alerta o miedo, los temblores, gemidos o esconderse son indicativos de su incomodidad ante la tormenta.
Además, la lluvia puede sumir a los perros y gatos a estados más depresivos o pueden experimentar cambios repentinos de humor debido a la percepción de cambios en la presión atmosférica durante las tormentas. La lluvia también altera los olores del aire y borra las marcas de territorio de otros animales, lo que puede resultar intrigante o estresante para ellos.
La falta de actividad física durante los días lluviosos pueden contribuir a un estado de ánimo bajo en perros y gatos. La falta de luz solar, que es vital para la síntesis de vitamina D, también puede afectar su bienestar. Además, la lluvia puede limitar sus actividades al aire libre, lo que reduce su estimulación mental y física, llevando a un posible aumento en la apatía o la inquietud
Más allá del estado emocional, la lluvia puede tener efectos directos en la salud de perros y gatos. La humedad excesiva y la exposición prolongada al agua pueden causar hipotermia, especialmente en aquellos con pelajes cortos o escasos. El agua de lluvia estancada puede ser un caldo de cultivo para bacterias y parásitos, lo que representa un riesgo si nuestras mascotas deciden beber de charcos o si el agua se acumula en patios o jardines.
Para ayudar a nuestras mascotas a sobrellevar mejor los días lluviosos, podemos aplicar algunas estrategias basadas en datos científicos como utilizar recompensas, caricias, snacks, y palabras de ánimo para asociar los días de lluvia con experiencias positivas.
Crear un ambiente seguro y tranquilo donde puedan sentirse protegidos del ruido y la humedad, puede ser encendiendo la televisión y poniendo música suave o ruido blanco para distraer su atención y hacer que se sientan más tranquilos, que tengan a disposición sus mantas juguetes y objetos favoritos que le reconforten y le ayuden a sentirse seguro.