La Gremial de Abogados y Abogadas de Argentina denunció que los procedimientos se realizaron “con un importante despliegue de fuerzas federales los domicilios de José, Rosa y Myrian Villalba”, quienes tenían carácter de refugiadas políticas.
Por orden del juez Julián Ercolini y con fines de extradición solicitada por el Estado paraguayo, esta madrugada se realizaron allanamientos en los domicilios de la familia Villalba en distintas localidades del Gran Buenos Aires y se concretó la detención de Myrian, Rosa y Tania.
Myrian es mamá de Lilian Mariana y tía de María Carmen, las niñas que fueron ejecutadas el 2 de septiembre de 2020 en la zona Yby Yaú, departamento de Concepción, Paraguay, por miembros de las Fuerzas de Tareas Conjuntas, que es la unión de policías y militares que se crearon para combatir al EPP.
Son integrantes no beligerantes de una familia de luchadores y presos políticos de Paraguay, pero viven hace años en Argentina, tienen status de Refugiado en Argentina, concedido por la Conare (Comisión Nacional para los Refugiados), residencia y DNI argentinos, además de trabajos registrados, estudios en instituciones oficiales y familia nacida en Argentina.
La Gremial de Abogados y Abogadas de Argentina denunció que los procedimientos se realizaron “con un importante despliegue de fuerzas federales en los domicilios de José, Rosa y Myrian Villalba”. “Un despliegue y violencia que caracterizamos de obsceno”, agregaron.
Entre los allanados se encuentran Anita y Tania, ambas sobrevivientes de la matanza en el norte de Paraguay donde fueron asesinadas Lilian y María Carmen de 11 años, las niñas nacidas en Argentina que fueron a conocer a sus padres en septiembre de 2020 y terminaron masacradas por un comando de la Fuerza de Tarea Conjunta en un campamento.
Anita, además, es la melliza de Lichita, la joven que integraba el grupo familiar y que aún sigue desaparecida desde ese día.
“Hay un exhorto proveniente de Paraguay contra Myrian, Rosa y Tania, desconocemos los hechos concretos de la acusación en el Estado requirente”, informó la Gremial.
La otra mujer que estaba con ellas, Laura, fue capturada y sigue presa en una cárcel de máxima seguridad a la espera de un juicio. Tanto Laura como Myriam son mamás de las dos niñas asesinadas.
Al momento del allanamiento, Myriam estaba con sus nueve hijos e hijas. Tania tiene una bebé de un año y medio.
La Gremial trabaja para poner a resguardo a todos los niños y niñas de la familia y “está realizando todas las gestiones judiciales e internacionales a fin de hacer cesar la detención e intentar hacer valer el refugio de toda la familia Villalba en el proceso de extradición que Paraguay pretende”, según publicó La Nueva Mañana.
En una entrevista en Canal Abierto en 2021, la propia Myriam denunció la persecución y advirtió que “el presidente paraguayo es un infanticida, un terrorista”.
Los asesinatos
El 2 de septiembre, María Carmen y Lilian Villalba, ambas de 11 años y primas entre sí, fueron asesinadas por efectivos del Ejército guaraní durante una emboscada a un campamento guerrillero. Carmen Elizabeth Villalba, de 14 años, permanece desaparecida. Organismos de Derechos Humanos denuncian “irregularidades graves” en la investigación del caso.
Eran niñas. María Carmen y Lilian Villalba, de once años cada una y primas entre sí, vivían con su abuela en la localidad misionera de Puerto Rico por mandato de sus padres, combatientes del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), con la única intención de mantenerlas a salvo. Pero a finales de 2019, el llamado de la sangre pudo más y María Carmen y Lilian, junto a un grupo de familiares, cruzaron la frontera. Lo que iba a ser una visita fugaz para reducir el riesgo se convirtió en una estadía forzada, culpa de la pandemia y el cierre de los pasos internacionales.
Esa vida en clandestinidad duró hasta el último 2 de septiembre, cuando un operativo de las Fuerzas de Tareas Conjuntas (FTC) del Ejército paraguayo realizado en una zona de montes conocida como Ybi Yaú, en el departamento de Concepción y a unos 360 kilómetros al norte de Asunción, culminó con la ejecución de las dos niñas. Lejos de espantarse, el presidente paraguayo Mario Abdo Benítez, declaró que la operación del Ejército fue un “éxito importante” y se refirió a las menores como “dos abatidos del EPP”.
Organismos internacionales como Human Right Watch denunciaron que las autoridades paraguayas violaron tanto sus propios protocolos de investigación, como normas internacionales de derechos humanos cuando, entre otras desprolijidades, quemaron la ropa de las víctimas y las enterraron sin realizarles la autopsia. En tanto, la Cancillería exhortó al gobierno paraguayo a esclarecer los hechos y rechazó “de la manera más enérgica las expresiones injustificadas del General Héctor Grau como Comandante de la FTC adjudicando a la Argentina haberse convertido en una “guardería de soldados del Ejército del Pueblo Paraguayo”, entendiendo que es otra manifestación que busca “encubrir responsabilidades”.
Este miércoles, a las 17 horas, se realizará una conferencia de prensa vía Zoom a cargo de la Gremial de Abogados y Abogadas de la República Argentina, la Defensoría Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes y el Servicio de Paz y Justicia, entre otros organismos de Derechos Humanos, para brindar testimonios de la “brutal ejecución” contras las menores y exigir la aparición con vida de Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, de 14 años y prima de las víctimas, que se sospecha que también cayó en las manos del Ejército paraguayo.
“Nos preocupa que un Estado de Derecho como supuestamente es el paraguayo se comporte en los hechos como un Estado terrorista”, le dice a Tiempo Laura Taffetani, de la Gremial de Abogados y Abogadas y una de las voceras del caso. “Estamos activando la movilización social e internacional que siempre ayudan en estos hechos de violaciones de los Derechos Humanos”.
Tafferani explica que desde 2008, las familias de los combatientes del EPP, una organización armada que lucha contra la concentración y extranjerización de la tierra, comenzaron a ser hostigadas y perseguidas. En ese marco, es envenenado el hijo de Carmen Villalba, dirigente histórica del EPP hoy detenida, por lo que deciden enviar al resto de los Villalba con hijos a la Argentina. Tanto María del Carmen como Lilian, nacieron y se criaron en Misiones, incluso, antes de viajar a Paraguay, estaban cursando el quinto grado en una escuela de Puerto Rico. Una realidad muy distinta a la contada por los los funcionarios guaraníes que presentaron a las víctimas como “guerrilleras”, incluso, el Jefe de Gabinete Juan Villamayor fue más lejos y declaró que “eran niñas soldados, que las utilizaron los líderes de esta organización como su propio escudo”.
Miriam Villalba, mamá de Lilian y tía de María Carmen le dijo a la agencia de noticias ANRed, que las niñas “recibieron todas las balas de atrás. Fueron vilmente ejecutadas y luego les pusieron el uniforme para decir que son beligerantes”.
Un grave hecho
Human Rights Watch elaboró un informe sobre la investigación del asesinato de las dos niñas argentinas donde señaló cinco “irregularidades graves” por parte de las autoridades paraguayas:
se apresuraron a enterrar los cuerpos sin realizar una autopsia; quemaron las ropas de las víctimas, sostuvieron en base a un examen forense poco confiable que una de las menores disparó un arma; elaboraron un informe dudoso sobre la distancia de disparo y le prohibieron a la familia de las menores estar presente en el examen forense y le negaron acceso a la investigación.
Luego de ser enterradas de apuro y como NN, la presión de la familia logró que los cadáveres fueran exhumados y sometidos a una autopsia en Asunción, donde surgió que el cuerpo de Lilian presentaba “dos disparos en el glúteo lado derecho, uno en la región axilar derecha, uno en el tórax y dos en la pierna izquierda, uno en el muslo y otro por debajo de la rodilla”. El forense admitió que, según la forma de los impactos, las heridas de ambas niñas se habrían producido cuando escapaban de las balas del ejército.
“Los sobrevivientes de la emboscada del FTC nos confirmaron nuestras sospechas acerca de que tanto Lilian como María Carmen fueron detenidas y luego ejecutadas. Los familiares que vieron los cuerpos afirmaron que tenían golpes, lo que abriría la posibilidad de que también hubieran sufrido torturas”, destaca Tafferani.
El grupo que logró sobrevivir al ataque del Ejército paraguayo intentó volver a la Argentina. Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, de 14 años y apodada Lichita, no tuvo esa suerte y aún hoy se encuentra desaparecida. Según algunos testimonios, en los últimos días de diciembre fue capturada por miembros de FTC aunque nunca hubo una confirmación oficial.
“Este caso –concluye Tafferani– representa un grave problema diplomático. El gobierno de Paraguay acusa a la Argentina de ser el lugar donde se crían las niñas y niños guerrilleros. Consideramos que eso es lo bastante fuerte para que exista una reacción del presidente Fernández. En unos días va a viajar a Paraguay y queremos que en ese marco se pueda reclamar justicia”.
(Con información de Tiempo Argentino).