Chubut fue el octavo triunfo de Juntos por el Cambio y la cuarta provincia donde cae la hegemonía del PJ. El oficialismo ganó en 5 y en dos aliadas. Los casos de Córdoba y Neuquén. Hubo casi un millón de votos en blanco y anulados y mucho más ausentismo.
Chubut fue el final de una larga y agotadora seguidilla de 18 elecciones que oficiaron de antesala del primer plato fuerte electoral que tiene este 2023: las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del 13 de agosto. A dos semanas de ese evento decisivo, es oportuno hacer un recorrido y un balance de lo que ocurrió en las provincias que decidieron separar sus comicios de la suerte nacional. La mayoría de los gobernadores -tanto del peronismo, como de Juntos por el Cambio y los “independientes” o neutrales- decidieron despegarse de la disputa nacional.
Esos comicios dejaron fotos que si bien no necesariamente se repetirán en las PASO, pueden ser tomadas en cuenta como parte de una misma película. ¿Se pueden sacar conclusiones? Analistas políticos, encuestadores y expertos consultados por Infobae respondieron con un rotundo no, pero admitieron que son indicios que pueden estar anticipando escenarios.
La victoria de anoche del senador Ignacio “Nacho” Torres (PRO) frente al peronista Juan Pablo Luque en Chubut repitió una escena que se vio otras tres veces este año: el PJ perdiendo la hegemonía en una provincia. En esa línea se pueden inscribirse a San Luis de los Rodríguez Saá, San Juan de los Uñac-Gioja; y Chaco de Jorge Capitanich. Y también la caída ruidosa del caudillismo de Jorge Sapag en Neuquén.
Es uno de los trazos gruesos que deja la elección, pero no el único. Hay otros iguales o aún más importantes: de acuerdo a los resultados y en base a una revisión que hizo Infobae de las planillas de los escrutinios definitivos de cada una de las elecciones (a excepción de Chubut, porque anoche terminaban el recuento provisorio) se pueden sacar conclusiones significativas.
Los candidatos del PJ obtuvieron cerca de 3.700.00 votos, entre candidatos propios y aliados; mientras que los de Juntos por el Cambio lograron en torno a los 4.700.000. Esa diferencia a favor de la oposición coincide con dos datos simultáneos que alteran el escenario general. Hubo cerca de un millón de votos blancos y anulados y un aumento sustancial del ausentismo: en concreto, muchos argentinos dejaron de ir a votar.
En la cuenta general de las coaliciones, los votos de los que ganaron en Misiones, Salta y Río Negro -tres aliados del oficialismo- se sumaron a Unión por la Patria, mientras que a JxC se le adicionaron los de De Marchi de Mendoza. Quedan “sueltos” los 870.000 que votaron por Martín Llaryora, en Córdoba, que se descuentan que elegirán mayoritariamente a Juan Schiaretti, el actual mandatario y que se postula a presidente. Tampoco fueron asignados a ninguna de las dos coaliciones nacionales los 285 mil votos de los dos candidatos más votados de Neuquén.
En las 18 elecciones estuvieron habilitados para votar cerca de 17 millones de argentinos, que representan poco menos de la mitad del total del padrón total. En la mayoría se eligieron gobernador, pero en Santa Fe, Mendoza y Chaco hubo PASO y en Corrientes una elección a cargos legislativos locales. Quedaron afuera tres distritos que no fueron a las urnas y que tienen peso decisivo: la provincia de Buenos Aires, la Capital Federal y Entre Ríos. Con menos caudal de votantes, pero también clave, los que viven en Santa Cruz y en Catamarca también votarán por primera vez este año.
(Fuente: Infobae)