El precio de la lechuga llegó a experimentar un rotundo aumento, llegando a superar el valor del asado en algunas áreas, con precios que alcanzan los $7.000 por kilogramo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Este incremento se atribuye principalmente a eventos climáticos adversos que afectaron las regiones de producción, como fuertes lluvias e inundaciones.
Estas condiciones climática golpearon brutalmente los centros de producción de lechuga, especialmente en áreas como el cinturón de Mar del Plata y La Plata, donde se concentra la producción de esta hortaliza. Como resultado, hubo un desabastecimiento en el mercado y los precios se dispararon, llegando a alrededor de $25.000 por cajón, o unos $5.000 por kilogramo, e incluso superando los $6.000 en algunas verdulerías.
Este aumento repentino se produce en un momento de alta demanda de lechuga, debido a la temporada de verano, cuando el consumo de ensaladas aumenta. Sin embargo, Mariano Winograd, consultor frutihortícola, señala que es probable que los precios se normalicen en los próximos meses, ya que este tipo de alzas suelen ser transitorias.
A pesar de ser un alimento nutritivo con importantes beneficios para la salud, como lo destacan diversas fuentes, el consumo excesivo de lechuga puede no ser recomendable para ciertas personas, especialmente aquellas propensas a problemas como los cálculos renales, debido a su contenido de ácido oxálico. Por lo tanto, aunque se alienta a incluir este vegetal en la dieta diaria, es importante hacerlo con moderación y prestando atención a las recomendaciones médicas individuales.