El economista de la IERAL remarcó que ingresarían entre 15 mil y 18 mil millones de dólares por la cosecha gruesa de la zona núcleo del país, lo que reactivaría la metalmecánica y la construcción. Sin embargo, destacó la importancia de modificar “altísima rigidez de nuestro mercado laboral” y recalcó que hace 13 años que no se crean puestos laborales en el sector privado.
Este martes, el gobierno que encabeza el presidente Javier Milei alcanzará los primeros 100 días de gestión, en un contexto de altísima inflación y recesión económica, aunque, según el secretario y economista jefe del Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) Gerardo Alonso Schwarz, hay indicios de una recuperación económica a partir de abril y mayo, cuando los exportadores de la zona núcleo de Argentina, comiencen a liquidar divisas por las ventas al exterior, lo que significaría un ingreso de unos 18 mil millones de dólares.
No obstante, Alonso Schwarz insistió en la importancia de impulsar una reforma laboral y otras medidas que incentiven la inversión, de manera tal que se pueda generar empleo genuino en el sector privado. Y remarcó que desde hace 12 o 13 años, no se generan puestos de trabajo formales en el sector privado, predominando el empleo informal o el empleo en el sector público.
Revelando que la semana pasada, con la IERAL y la Fundación Mediterránea, realizaron la primera reunión anual para evaluar la marcha de la economía, Alonso Schwarz, consideró que “el Gobierno Nacional ha mostrado cuáles son sus ideas, cuáles son sus objetivos, cuáles son las modificaciones de políticas públicas que quieran realizar, ya sea a través de la gestión del poder ejecutivo y del Banco Central, como también a través del DNU (70/2023) y esta ley ómnibus que cayó, se retiró y ahora nuevamente se está presentando, con una reforma bastante profunda, estructural de la economía argentina”.
Para el economista, esta desregulación de la economía “no solamente tiene que ver con la política tributaria o los impuestos que se pagan y la forma en que se gasta el gasto público, sino también con reforma laboral, incentivos a la atracción de inversiones, mercados financieros, etcétera. E incluso hasta política educativa o educación para la producción”, enfatizó.
Respecto de “si existe ese plan económico, evidentemente todo esto apunta de que sí está esbozado en todas estas propuestas que hace el Poder Ejecutivo. Habrá que ver que todo esto es aplicado o aceptado por las cámaras de diputados y senadoras que tienen que revalidar o invalidar varios de estos puntos”, planteó el economista.
“Más allá de esto, encontramos que el Gobierno Nacional tiene ese plan que podemos dividirlo por lo menos en dos, tal vez en tres etapas o tres grandes grupos. En primer lugar, el reordenamiento macroeconómico que tiene que ver con lo que ya se está haciendo en cuanto a políticas monetarias del Banco Central, ese ordenamiento de las Leliq, de las que hablamos bastante del año pasado, política cambiaria y reducción de la brecha cambiada sobre todo entre el dólar oficial y los dólares alternativos con el objetivo de llegar a la eliminación del cepo en algún momento”, puntualizó Alonso Schwarz, sobre lo que considera la primera etapa del plan económico “libertario”.
En un segundo orden de temas, “dentro de esa primera etapa de corto plazo de la operación macroeconómica, está el combate a la inflación”, apuntó Alonso Schwarz, planteando que el plan del gobierno se sustenta en bajar la emisión monetaria, lo que “implicaba también una reducción de gasto público y a su vez un reordenamiento de precios, un sinceramiento de precios muy fuerte que es lo que estuvimos viendo de diciembre hasta la fecha”.
Según Alonso Schwarz, este sinceramiento económico “hizo que la inflación actualmente esté en el orden del 250 o 260 por ciento (274% interanual), realmente valores muy, pero muy altos”, admitió el economista, quien, no obstante resaltó que “empezamos a ver algunas noticias más positivas” por la desaceleración de la inflación del mes de febrero.
De acuerdo con el economista, una inflación del 13% es mucho menor a una del 30% o 35% que se esperaba habría en enero y febrero “y con una tendencia decreciente. Esto es positivo sin ningún lugar a duda, además del superávit fiscal logrado en enero y febrero”, sostuvo Alonso Schwarz, apoyándose en los números difundidos por el ministro de Economía Luis Caputo.
“Esto con respecto a ese reordenamiento macroeconómico que ha tenido sin duda como por relato una caída del poder adquisitivo muy fuerte de los salarios o de los ingresos de lo argentino y como consecuencia de esto, obviamente, una caída de las ventas de los comercios, una caída de la actividad económica que lo vemos tanto en supermercados, ventas de concesionarios de automóviles, motos, combustibles, y el indicador que veamos de consumo va a estar en caída en este enero y febrero, producto justamente de ese reordenamiento, sinceramiento de precios y de esa caída del poder adquisitivo consecuente de los ingresos de los argentinos”, admitió Alonso Schwarz sobre las consecuencias prácticas del ajuste fiscal y el “reordenamiento” de la macroeconomía.
Sin embargo, Alonso Schwarz se mostró optimista sobre el futuro de la economía en el corto plazo. Según el especialista, la economía volvería a crecer a partir de un “segundo grupo de políticas económicas del gobierno nacional” referido a “la necesidad de la llegada de inversiones, la llegada de los dólares de las exportaciones de la economía argentina y a su vez también la creación de empleo, claramente una cosa alineada con la otra”.
“En este sentido, seguramente veremos que a partir de los valores de marzo, abril, las exportaciones, sobre todo exportaciones de la zona núcleo de la Argentina, Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa, va a empezar a volver a la normalidad. Recordemos que el año pasado tuvimos un año muy atípico con una sequía que hizo que las explotaciones tengan una caída muy fuerte y esta recuperación de la normalidad, no digo que algunos hablaban incluso del cosecha récord para este año, yo soy mucho más conservador en este sentido, simplemente volviendo a la normalidad en las exportaciones de ese sector”, planteó Alonso Schwarz, quien estimó que ese proceso “implicaría una inyección en la economía argentina de aproximadamente entre 15 mil a 18 mil millones de dólares”-
Eso sería un gran alivio y un importante ingreso en dólares para el Banco Central que traería una reactivación económica, según Alonso Schwarz, en un planteo ortodoxo en lo que refiere a la teoría del derrame. “Esas exportaciones traerán primero un alivio sobre todo en el interior de esas provincias (centrales)que es donde están los productores, donde están los propietarios de esas tierras que van a comenzar a recibir justamente los alquileres y demás, que se va a derramar seguramente la metalmecánica orientada al campo y seguramente también se va a derramar, porque es típico que esto suceda, a la construcción en las ciudades, de esas provincias, de esa zona centro de la Argentina”, vaticinó.
Una reactivación de la construcción también impactaría en Misiones, “ya que recordemos que el principal mercado en el sector de la foresto industria de nuestra provincia no es el mercado internacional, sino que es el mercado de la construcción en la Argentina, puntualmente en las grandes ciudades del AMBA, Rosario y Córdoba”, indicó el economista de la IERAL.
Asimismo, el especialista recalcó que la recuperación económica que “va a pasar a partir de los próximos meses, a partir de mayo o junio, porque esto tarda unos meses en llegar”, también se apoya en las inversiones en el yacimiento de Vaca Muerta, “que seguramente van a comenzar a revertir ese déficit energético que implicaba que tengamos que importar gas de otros países y que lo cual también generará ingresos o mayor disponibilidad de divisas en nuestro país.”
“Acá tenemos que entender de que el cambio de dinámica, estructura y lógica económica que propuso este gobierno nacional y que fue aceptado por la mayor parte de los argentinos en las elecciones, implica un cambio de paradigma, donde el sector privado tenga mucho más prioridad o preponderancia de lo que ha tenido en los últimos años, en los últimos 10, 15, 20 años. Eso implica que tenga que convertirse nuevamente en el principal motor de la economía. Para hacerlo, esto implica que debe facilitarse la llegada de inversiones y por otro lado también la creación de fuentes de trabajo”, destacó el economista.
“Y en ese sentido entiendo que la reforma laboral es uno de los puntos principales en los cuales se tendrá que trabajar y tendrán que trabajar no solamente el poder ejecutivo con la propuesta que manda a las cámaras, sino también el poder legislativo, para poder encontrar ese punto intermedio entre defensa de los derechos del trabajador con la generación de incentivos a la generación de puestos de trabajo”, subrayó Alonso Schwarz, a favor de la flexibilización laboral
Para ilustrar su argumento, el economista insistió en que “hace aproximadamente 12, 13 años que no se crea ni un solo puesto de trabajo en el sector privado en la Argentina. Todos los puestos de trabajo que han sido creados son o en el sector público o en el sector informal, (por) la altísima rigidez que tiene nuestro mercado laboral o las condiciones tan difíciles que implican de que cuando un empresario contrata a una nueva persona, un nuevo trabajador, si esta persona le hace un juicio o tiene algún tipo de problema laboral, tal vez el empresario pierda la empresa o entre en bancarrota”.
“Entonces, sin duda, pensar en esa recuperación y ese mayor protagonismo del sector privado implica pensar en la atracción de inversiones. Acá hay una modificación no solamente de reducción de impuestos, sino también atracción de inversiones con muchas condiciones”, opinó Alonso Schwarz y amplió señalando que es discutible “cuáles son las condiciones”.
“Pero que tenemos que facilitar la llegada de inversiones, de esto no hay ningún lugar a dudas, pero a su vez también tenemos que facilitar la creación de nuevos puestos de trabajo”, concluyó.