El gobierno nacional, mediante la adquisición de la moneda norteamericana, llegó al 50% de la concreción de su plan económico para la eliminación del cepo. Sin embargo, la mitad restante puede ser difícil de completar, incluso considerando los venideros dólares de la cosecha.
El mercado cambiario recuperó ayer volumen después del freno que se percibió en el ingreso de divisas el martes, tras el anuncio de la baja de tasas del Banco Central. Se operaron USD 453 millones de los cuales la autoridad monetaria se quedó con USD 297 millones, una de las compras diarias más abultadas desde que asumió el Gobierno.
Con ese monto, el Central ya acumuló compras por más de USD 10.000 millones. La cifra es equivalente al monto fijado como meta de acumulación de reservas para este año en el acuerdo con el Fondo Monetario.
A priori, dado el nivel de compras diario de la autoridad monetaria, luce como un objetivo accesible. Sin embargo, en el equipo económico previenen tempranos exitismos y aseguran que la meta será alcanzada, pero sin ningún tipo de holgura.
Es que el Banco Central está cargado de deudas. Además de la deuda comercial que el bono para los importadores no termina de resolver, se deberá cancelar este año la deuda con China por el tramo de USD 5.000 millones del swap de monedas utilizados por la gestión anterior.
También operan, además, vencimientos de deuda con otros organismos internacionales, además del Fondo Monetario con el que se avanza en un nuevo programa tal como confirmó el ministro de Economía, Luis Caputo.
Es en parte por esos pagos que, si bien el ritmo de compras es alto y se prevé que será aún mayor en las próximas semanas en la medida que ingresen los dólares del agro, las reservas todavía se encuentran, cómodas, en terreno negativo. De acuerdo a las distintas estimaciones, se ubican entre los USD 4.000 y USD 5.000 millones en rojo.
“El BCRA aprovecha para seguir cancelando deuda con el BIS y el stock de deuda con organismos cayó a USD 1.461 millones el 29 de febrero, desde USD 3.117 millones el 23 de noviembre. Las reservas netas del BCRA rondan los USD 5.000 millones negativos tomando como pasivos las amortizaciones de Bopreal Serie 2 de los próximos doce meses”, calculó la consultora 1816.
Con la expectativa de la liquidación de los dólares de la soja, en las próximas semanas se ingresará en la fase clave para la acumulación de reservas de cara a fin de año, con los dos últimos trimestres estacionalmente más complejos en materia de gestión de divisas.
Será en ese momento cuando de diluciden dos incógnitas: la primera de ellas, si el tipo de cambio actual es suficiente estímulo para los exportadores o, tal como advierte un amplio coro de analistas, el tipo de cambio que avanza a una tasa de 2% mensual generó un atraso que se convertirá en un problema para lograr que los exportadores liquiden.
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La segunda incógnita se relaciona con el cepo cambiario: cuál es el nivel de reservas mínimo indispensable o, incluso, “óptimo” para eliminar las restricciones. Ambas variables se combinan en una misma respuesta por parte del Gobierno. “La tasa de devaluación seguirá al 2%, mientras el Banco Central siga acumulando dólares, no hay motivos para modificarla. Lo más importante es acumular reservas, veremos qué pasa en los próximos dos meses, ahí va a estar la clave para determinar cuándo y cómo se levanta el cepo”, explican.
En ese contexto es que se entienden las declaraciones tanto de Caputo como del propio presidente Javier Milei respecto de fondos adicionales por USD 15.000 millones para unificar el mercado cambiario.
Es que el monto exigido en el acuerdo apenas permitiría llegar al equilibrio en términos de reservas netas, es decir, que el BCRA seguiría con el poder de fuego en cero a fin de año, incluso cumpliendo con el Fondo.
Algunos economistas, como Fernando Marull, proyectan que el año cerrará con un nivel de USD 3.000 millones de reservas netas positivas, un monto que por sí sólo suena insuficiente para avanzar en la principal traba para el crecimiento de la economía, junto con la inflación.
(Fuente: Infobae)