Así lo afirmó una vecina del barrio San Onofre de la capital misiones, en diálogo con «La última rosca» por Radio Up 95.5. Según indicó, el comedor donde presta servicio aun mantiene a 32 familias, a pesar de no contar con la mercadería necesaria.
La política de recortes y el incremento de precios continúa golpeando a los sectores más vulnerables de la sociedad argentina. El día a día se hace cuesta arriba para los argentinos mientras el gobierno nacional intenta surcar un mar tormentoso en búsqueda de darle fin a una inflación brutal, pero que por segundo mes consecutivo dio muestras de una merma.
En este contexto, donde la emisión monetaria parece ir en descenso, pero donde la última devaluación llevó los precios muy por encima de las posibilidades de la mayoría de la población, una guerra se libra simultáneamente en campos de batalla de todo el país: los comedores comunitarios.
Esta situación no es ajena en ningún rincón de la República Argentina y así lo evidencia justamente una vecina del barrio San Onofre de la ciudad de Posadas, quien en diálogo con Radio Up 95.5 manifestó que “cada vez se hace más complicado poder alimentar a la gente”.
“Estas últimas tres semanas estuvimos muy ‘cortos’ porque la mercadería que nos dan no estuvo completa”, comentó la mujer que pidió reserva de identidad porque de lo contrario podría dejar de recibir lo poco que le brindan para hacer frente a tanta carencia.
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De igual manera, resaltó que el comedor donde presta servicio pudo alimentar a las más de 30 familias que tienen anotadas, pero debieron recortar la cantidad de comidas semanales.
“Generalmente dábamos de lunes a viernes, pero tuvimos que acortarlo a solo dos veces por semana por no tener mercadería”, lamentó.
“Esperamos que la semana que viene se empiece a normalizar y que volvamos a las frecuencias de antes porque son muchas las personas que preguntan si se va a cocinar porque necesitan comer”, completó.