El número de casos de dengue en la ciudad de Oberá provoca que el Hospital SAMIC de la ciudad se encuentre colapsado por la cantidad de pacientes que esperan atención médica. Día a día sumado a los dolores y la fiebre, la espera se hace eterna y los médicos esperan refuerzos de profesionales para poder brindar la atención correspondiente.
Cientos de pacientes, en su mayoría febriles, se acercan al hospital SAMIC para recibir la atención, pero al igual que ocurrió con otros brotes de enfermedades, el personal de salud se encuentra colapsado por falta de insumos, poco personal médico e instalaciones hospitalarias viejas o desgastadas. “Me recuerda a la época del Covid”, relató a www.radioup.com.ar una abogada que ejerce en la ciudad y debió asistir la semana pasada para que atiendan a otra persona.
Según las fuentes consultadas por la redacción, la atención en el Hospital demora más de 3 horas, debido a la cantidad de pacientes. Los síntomas se repiten y los profesionales ya los repiten casi de memoria: fiebre, cefalea y dolores de cabeza intensos, dolores musculares, náuseas y vómitos, entre otras y el diagnostico sale de memoria también, incluso si realizar el estudio resulta: dengue; seguido de la respuesta médica: “Paracetamol, mucho líquido, paciencia y reposo”.
La realidad es que los médicos se encuentran tratando de hacer lo posible con los insumos que tienen, ya que en varias oportunidades denunciaron la falta de personal de recambio o la realización de guardias con menos profesionales. Otro de los inconvenientes con los que se encuentran es el faltante de insumos para la atención, como ser guantes, sueros, algodones, etc.
“Nunca se vio tanta gente en la guardia, a media mañana o al anochecer la guardia termina colapsando”, destacó una vecina en diálogo con la Redacción de Radio Up 95.5 y agregó “uno se acerca a hablar con la gente que está ahí y te dicen todos lo mismo, dengue y los dolores que son fuertísimos”.
El mecanismo de llegada de los pacientes es el mismo para todos, les toman la temperatura, les controlan los signos vitales y ahí la espera, que como ellos mismos lo denuncian, puede demorar hasta tres horas. “La gente que llega al hospital, no puede ni hablar del dolor”.
Por otro lado el laboratorio del hospital se encuentra trabajando de manera doble, con el refuerzo de turnos, procesando las muestras y esperando la pronta declaración de zona de emergencia, que hipotéticamente brindaría mayores recursos humanos y financieros para hacer frente al aumento constante de casos.
Desde la Municipalidad de Oberá, continúan con los trabajos de limpieza y fumigación en los barrios, pero estos no alcanzan debido a la falta de conciencia de los ciudadanos. Una vecina del barrio Krausse de expresó “es muy difícil luchar contra el dengue, porque uno limpia su patio, pero la persona que vive en la casa de al lado no lo hace, y eso genera nuevos criaderos de mosquitos, la gente no tiene el hábito de limpieza y eso repercute en la salud de toda la ciudad”.
La proliferación de pastizales en plazas públicas, o en los terrenos baldíos también generan basurales temporales y espacios propicios para la propagación de los mosquitos, que terminan dañando a la salud de los vecinos. “La gente es sucia, no limpian sus patios y podemos decir que la mugre es tremenda, hace varios días la ciudad fue golpeada por un temporal y casi nadie salió a limpiar sus patios, la gente no tiene el hábito”, expresó otra vecina.
“En las campañas de concientización que se hacen en las escuelas y casa por casa, los funcionarios expresan que el mosquito hembra vuela hasta 400 mts, y que, si un vecino no se ocupa de su patio, termina perjudicando a los demás vecinos, pero de igual manera no generan conciencia, todos sabemos que tenemos que cuidarnos entre todos, pero sin embargo muy poca gente lo hace”, destacó otra vecina.
La realidad es que en la actualidad, la ciudad posee un aumento considerable de casos febriles y de casos de dengue confirmados, y que se espera en las próximas horas el Concejo Deliberante y la Municipalidad declaren la emergencia epidemiológica.