Nació en 1927 como Rosa María Juana Martínez, en Villa Cañás. Su programa, «Almorzando con Mirtha Legrand», se convirtió en un clásico de la televisión argentina. Dueña de una gran carrera en el cine y en la televisión argentina.
La carrera de Mirtha Legrand se remonta a la época dorada del cine argentino. Con más de 30 películas en su haber, destacándose en títulos como «La Calle grita» y «Dancing», la actriz demostró su destreza y versatilidad interpretativa. Su presencia en la pantalla grande no solo la consagró como una de las actrices más destacadas de su tiempo, sino que también la catapultó como una figura de relevancia en la escena artística.
Estas son algunas de sus recordadas películas: «Mi marido y mi novio» (1947), «La calle grita» (1948), «Dancing» (1951), «El festín de Satanás» (1951), «La muerte en las calles» (1952), «Una noche cualquiera» (1951), «Novia para dos» (1952), «Canario rojo» (1953), «Mi mujer está loca» (1945), «Hay que casar a Paulina» (1945).
Madre de dos hijos, Daniel y Marcela Tinayre, también reconocidos en el medio artístico, la conductora ha enfrentado desafíos personales, como la pérdida de su esposo, Daniel Tinayre, su hijo Danielito, y sus dos amados hermanos, su gemela Silvia, «Goldy», y Josecito.
Por parte de Marcela, Mirtha tiene además tres nietos, Juana y Nacho Viale, y Rocco Gastaldi.
El primer programa de “Almorzando”
La conductora debutó el lunes 3 de junio de 1968 con un formato que al principio no la convencía, aunque finalmente le cambió su carrera y su vida. Y actualmente sigue conduciendo.
“¿Comer en televisión?”. Esa fue la pregunta, llena de sorpresa, que en 1968 Mirtha Legrand le hizo al dueño de Canal 9, Alejandro Romay, quien apeló a todo su conocimiento de la televisión pero mucho más a su carisma y para convencer a la actriz que hoy cumple 97 años.
A Mirtha le gustó tanto que se animó y el lunes 3 de junio de 1968 se sentó a la mesa en lo que fue el primer programa de “Almorzando con las estrellas”, un nombre que Romay había casi que tomado prestado de Samuel Yankelevich, quien había producido unos años antes en radio Belgrano el programa “Tomando el té con las estrellas”.
Con 7 puntos de rating en la primera emisión, debutó la experimentada y exitosa actriz que por entonces tenía 41 años, que enseguida le puso su sello al envío diario de los almuerzos y que dos años después, además, le estampó su nombre y apellido de fantasía. Porque a partir de 1970 ya no habría en la mesa más estrellas que una, la conductora, y el programa pasaría a llamarse “Almorzando con Mirtha Legrand”.
En aquella mesa debutante se sentaron junto a Mirtha su esposo, Daniel Tinayre, el también director de cine Leopoldo Torre Nilsson, el guionista Alberto Migre, la actriz Beatriz Guido y el actor Duilio Marzio. Una anécdota que para muchos pudo ser un detalle, para la Legrand fue el clic que ahuyentó los nervios y cualquier duda, y le dio para siempre la tranquilidad de que todo estaría bien: “Le gusta la pechuga”, dijo Tinayre al mozo que servía la comida. Y ella se sintió en su casa.
La carrera de Rosa María Juana Martínez Suárez, comenzaba a cambiar y ya nada sería igual. Desde entonces, hubo picos de rating altísimos y también de los otros. Hubo invitados nerviosos, tranquilos, descontrolados, tímidos, poderosos, y algunos muy poderosos. Sin embargo, desde su enorme personalidad y autoridad, infrecuente para su género en aquellos años, Mirtha fue siempre la dueña de programa.
Nació en el pueblo santafesino de Villa Cañás por el que, durante muchos años, se ponía de pie cada vez que lo nombraba. Tuvo una hermana “gemela”, María Aurelia Martínez Suárez, que también fue actriz bajo el seudónimo de Silvia Legrand.
Aunque para todos los que la conocían era simplemente “la Goldi” de igual modo que Mirtha era “la Chiqui”, porque “éramos tan idénticas que papá nos sentaba en su falda y nos decía: ‘¿quién es mi gordita y quién es mi chiquita’?”, contó varias veces la propia Mirtha, quien en plena pandemia se quedó sin su gran sostén afectivo, cuando el 1° de mayo amaneció con la noticia de la muerte de su hermana. Tenían un hermano, un año y medio mayor que las gemelas, José Martínez Suárez, quien murió a los 93 años.
Almorzando con Mirtha Legrand, a lo largo de los años, fue el muro en el que la Chiqui se apoyó para largar muchos de sus pensamientos, desde los más políticamente incorrectos, pasando por insultar -sin estar al aire- con el famoso “mierda, carajo”, hasta llorar sus sentimientos más tristes, en especial las muertes de su esposo, Daniel Tinayre (23 de octubre de 1994) y de su hijo, “Danielito”, quien a los 51 años falleció víctima de un cáncer de páncreas.
Alguna vez reconoció que si volviera a vivir cambiaría muchas cosas respecto a su carrera, como por ejemplo trabajar menos, ya que siempre se reprochó no haber sido una madre tan presente.
Celosa de su edad, nunca quiso decir cuántos años tenía. Y aunque ya era un secreto develado por los programas de chimentos, recién la propia Mirtha lo avaló cuando el que cumplió años fue, justamente, Almorzando con Mirtha Legrand. En el programa festejo por el medio siglo al aire, se paró frente a cámara y admitió que no le gustaba decirlo “pero lo tengo que decir” y tras un suspiro, anunció: “El 23 de febrero de 2019 esta persona que ustedes ven aquí, me voy a poner bien erguida para decirlo, va a cumplir 92 años”.
Es persona que ahora cumple 97 es récord mundial. Y en su concepción eso lo logró porque tuvo éxito. “Si estás en esta carrera, tenés que tenerlo. Y yo trabajo para tener éxito”, refexionó hace un tiempo. Por eso, y con razón, se jacta al inicio de cada uno de sus programas, ahora reducidos a una cena semanal y llamado La noche de Mirtha, “soy una leyenda”.
(Fuente: Infobae-La Voz)