El líder piquetero supo manejar el funcionamiento de una dependencia que en cuatro años pasó de 63 empleados a más de 600.
El fondo fiduciario que manejaba Juan Grabois gastó sólo en 2023 unos 130 millones de pesos en concepto de viáticos y pasajes, aunque en rigor habría definido el destino de varios miles de millones de pesos.
Según publica Clarín, un alto funcionario de la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU) se animó a decir que «el choreo que hicieron con este fondo es pornográfico», un «afano de tal magnitud que no entran los ceros en una planilla de excel» y que es «sólo comparable con lo que hizo Cristina con Lázaro Báez en Santa Cruz».
El informe periodístico da cuenta que Grabois y su gente diseñaron un mecanismo para la «urbanización» de barrios populares y que se utilizó el origen de esos fondos para financiar las agrupaciones piqueteras que eran parte de la iniciativa, entre ellas las que responden a Emilio Pérsico y Fernando «Chino» Navarro, ambos con paso por la gestión de Alberto Fernández.
Algunas obras, como plazas, cordones, pavimentación y algunas casas, fueron hechas pero, según indican, «el escándalo es lo que se gastaba», para la cual se presentaban facturas y en ese entramado un papel preponderante fue el que ocupó Fernanda Monticelli, abogada y contadora, quien diagramó el esquema necesario para tratar de emprolijar los números de las cifras exorbitantes que eran enviadas a las distintas cooperativas que respondían a Grabois.
Durante el gobierno de Alberto Fernández, la SISU estuvo dirigida por una ex concejal de San Isidro ultrakirchnerista, Fernanda Miño, que también respondía a quien fuera precandidato a presidente de Unión por la Patria. En 2019, la SISU contaba con 63 empleados, mientras que cuatro años más tarde esa cifra había trepado a 613, la mayoría integrantes de las organizaciones de Grabois y del Movimiento Evita.
Eso se hizo porque cada obra debía ser «auditada» por supuestos técnicos, que en realidad eran militantes, muchos sin la formación requerida, que en definitiva viajaban por el país auditando y aprobando las obras que hacían las organizaciones que ellos mismos integraban.
Tan sólo en 2023, el balance, que incluso aún no está terminado, da cuenta del pago de unos 62 millones de pesos de viáticos a esos presuntos técnicos, aunque ese monto trepa a 130 millones de pesos si se considera lo gastado en vuelos, viajes en Aerolíneas Argentinas que incluso, dicen, costaban más caro que lo que figuraba en el sitio de la propia empresa.
(Fuente: El Día/Clarín)