El sector minorista en Argentina enfrentó un cierre de año desafiante, con ventas en diciembre que reflejaron un derrumbe anual del 13,7% y una retracción acumulada del 3,4%. Las expectativas de compensar pérdidas anteriores se vieron frustradas por un cambio abrupto en los precios y la limitada disponibilidad de financiamiento y ofertas.
Según un comunicado presentado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el rubro de Calzado y Marroquinería fue el único que mostró un modesto crecimiento del 0,4% durante el año, mientras que los demás sectores cerraron con números en descenso, destacándose especialmente Alimentos y Bebidas con una caída del 5,7%. Estas cifras reflejan la compleja situación económica que atraviesa el país, con la inflación y la escasez de productos como factores clave que impactaron negativamente en el desempeño del comercio minorista.
En cuanto a las ventas por Reyes Magos, se registró una disminución del 13,6% en comparación con el año anterior. Hubo poco movimiento de personas en los comercios, limitándose las compras principalmente a indumentaria y juguetes para niños. El ticket promedio aumentó significativamente en un 327% respecto al año anterior, indicando que aunque hubo menos transacciones, estas fueron de mayor valor. Este cambio en el comportamiento del consumidor refleja una mayor selectividad a la hora de realizar compras, priorizando aquellos productos considerados como más necesarios o de mayor valor percibido.
Alimentos y bebidas
Las ventas experimentaron un derrumbe del 19,8% en diciembre respecto al año anterior a precios constantes, y acumularon una caída del 5,7% a lo largo de todo el 2023. En términos de la comparación mensual, se registró un retroceso del 13,2% en el consumo. A pesar de ser diciembre un mes tradicionalmente destacado en términos de demanda para estos productos, la pronunciada disminución se atribuye a la anticipación por parte de los consumidores a la devaluación de la moneda con consecuentes aumentos de precios. Este comportamiento llevó a una acumulación de compras en noviembre, donde los clientes adquirieron una cantidad considerable de productos que normalmente se adquieren en diciembre, especialmente durante las festividades de fin de año.
“Se vendió, pero muy poco en relación con lo que se esperaba, hubo mucho aumento de precios y faltaron productos” (comercio de la ciudad de Córdoba).
“Bajaron mucho las ventas, en particular las últimas dos semanas del mes, pero también el comportamiento de las fiestas fue inesperado, no pensamos que se vendería tan modestamente” (comercio de la ciudad de La Rioja).
La indumentaria fue el único rubro que mostró un aumento del 5,1% en comparación con el año anterior, mientras que los demás sectores experimentaron descensos, siendo los equipos de video, audio, celulares y accesorios los más afectados con una caída del 26,9%. Esta situación pone de manifiesto los cambios en los patrones de consumo de la población, con un enfoque más centrado en productos relacionados con el entretenimiento y la tecnología.
Los empresarios del sector señalaron dificultades en la reposición de mercadería, especulación de precios por parte de proveedores y una reducción en la actividad económica general como factores que contribuyeron a este panorama desafiante. Muchos comerciantes se vieron obligados a ajustar sus estrategias de ventas y promociones para atraer a los consumidores en un contexto de creciente incertidumbre económica.
Lee más sobre este tema en: Comerciantes minoristas preocupados por la caída de las ventas durante la temporada de verano