En la Unidad Penitenciaria N° 11, un recluso impulsa un hábeas corpus exigiendo más teléfonos fijos para 30 internos. El preso advierte que cesarán sus labores si no se resuelve el problema de comunicación con sus familiares.
En la Unidad Penitenciaria N° 11 de Sáenz Peña, un recluso identificado como J.N.D. presentó un hábeas corpus alegando la escasez de teléfonos fijos disponibles para los 30 internos, provocando la amenaza de un paro laboral en caso de no atender su solicitud. El preso argumenta que la limitada infraestructura de comunicación dificulta las conexiones familiares, generando tensiones en el ambiente penitenciario.
Juzgado Federal rechaza reclamo ante mejoras presupuestarias
El Juzgado Federal inicialmente desestimó las demandas del recluso, respaldando a la Unidad Penitenciaria, que mostró disposición para abordar las dificultades edilicias dentro de los límites presupuestarios. Informes adjuntos revelan mejoras continuas en las instalaciones, aunque destacan la «conducta intransigente de los internos». La falta de ventilación, el estado de los baños y la calidad de la comida también fueron señalados por J.N.D., quien trabaja en la cocina, aunque no profundizó en su queja alimentaria.
Cámara Federal de Apelaciones ratifica decisión judicial
La Cámara Federal de Apelaciones respaldó la decisión anterior, rechazando la acción legal presentada por el recluso. A pesar de los reclamos, el tribunal consideró que las mejoras implementadas y la disposición de la institución penitenciaria indican una atención adecuada a las condiciones de detención. La resolución destaca la necesidad de evaluar las quejas de manera objetiva y considerar las limitaciones presupuestarias en el sistema penitenciario.