Diversos portales institucionales e investigadores señalan que las limitantes de la aplicación de insecticidas como estrategia para combatir al mosquito vector de la enfermedad viral cuyo brote epidémico en curso ya se cobró al menos, dos víctimas fatales en Misiones.
Con el aumento dramático de los casos de dengue en la provincia de Misiones, donde según el último Boletín Epidemiológico Nacional, se constataron 202 contagios en las últimas 4 semanas, las autoridades del Ministerio de Salud Pública sostienen que vienen trabajando en la prevención y, recientemente, difundieron un cronograma de fumigaciones que vienen realizando como “estrategia preventiva” en el municipio de Concepción de la Sierra y otras localidades.
Este lunes, el MSP que los equipos de salud y del municipio de Concepción, estarán realizando operativos de prevención contra el dengue en los barrios Gobernador Lannusse, Andresito, Gonzalo de Doglas y Evita, durante esta semana, concretamente, el 26, 27, 28 y 29 de diciembre.
En la misma línea, en Posadas se emitió esta semana, un alerta sobre el riesgo de transmisibilidad elevado en la ciudad, y el secretario de Salud y Calidad de Vida de la Municipalidad Matías Orihuela, sostuvo que se trabaja desde hace un tiempo en la prevención del dengue.
Según anunciaron desde el municipio, realizan un operativo de bloqueo epidemiológico que comenzó el martes 26 y se extenderá hasta el sábado 30 de diciembre en diferentes barrios de Posadas. Los agentes sanitarios recorrerán las chacras de la ciudad donde fueron detectados la mayor cantidad de casos, identificando los hogares con personas infectadas, trabajando en la eliminación de reservorios y llevando a cabo un control químico peri-domiciliar.
Todo esto en el marco de un brote epidémico con al menos 500 casos de dengue en Misiones, una provincia que no informa sobre la cantidad de testeos que vienen realizando y el índice de positividad de los mismos –es decir, qué porcentaje de los testeos da positivo – pero que sí conformó una mesa provincial de prevención del dengue, encabezada por el gobernador Hugo Passalacqua.
Ahora bien, numerosas investigaciones científicas remarcan que la fumigación no es efectiva para prevenir la propagación del dengue porque no mata las larvas del mosquito vector Aedes aegypti, sino que sólo eliminan al mosquito adulto. Además, las fumigaciones dañan al ambiente y no detienen el ciclo de vida del mosquito. En una semana, con condiciones de calor y humedad, el mosquito vuelve a aparecer, según indica el portal Argentina.gob.ar
La fumigación se realiza en el contexto de la realización de los estudios de foco programados ante casos positivos de dengue, con el objetivo es tratar de disminuir la cantidad de mosquitos adultos infectados que podrían transmitir enfermedades a personas sanas.
“A diferencia de lo que se suele creer, la fumigación no es una solución definitiva ni la más eficaz para eliminar a los mosquitos o prevenir las enfermedades que transmiten. Si bien en las épocas de calor, la fumigación colabora en la reducción de insectos, es preciso saber que solo mata a una parte de los mosquitos adultos y no afecta a las larvas, pupas y huevos. Por eso, se utiliza principalmente como medida de control ante emergencia sanitaria, es decir cuando aparece un caso sospechoso de zika, dengue o chikungunya”, aclaran desde el portal oficial del gobierno nacional.
“La aplicación de insecticidas mediante fumigaciones debe ser evaluada por la autoridad sanitaria, teniendo en cuenta la situación epidemiológica, el riesgo de aparición de resistencia en los insectos, el impacto causado en la salud ambiental y el costo de este tipo de tratamiento. Por todo lo anteriormente expuesto, la aplicación de adulticidas sólo se recomienda ante la detección de casos sospechosos, como medida de control ante emergencia”, señalan las autoridades nacionales, en base a los resultados de múltiples investigaciones científicas.
Por otra parte, el insecticida “sólo tiene efecto sobre los insectos cuando entra en contacto con éstos. Cuando el insecticida cae al piso o se evapora ya no ejerce efecto”, aclararon. Debido a estas razones, la fumigación no es suficiente para combatir el dengue.
En particular en comunidades donde no se realizó el debido trabajo de eliminación de reservorios de Aedes aegypti, en el periodo de interbrote –es decir, en el invierno– cuando se reduce la población de larvas y mosquitos –que mueren a muy bajas temperaturas– pero sobreviven los huevos. De acuerdo con numerosos estudios, los huevos de Aedes aegypti, pueden sobrevivir hasta un año.
En abril del 2023, la Clínica Mayo publicó fragmentos de textos del profesor del Conicet, en el que, para empezar, se desalienta la fumigación. “No, no tiene sentido (fumigar para prevenir al Aedes). Lo que tiene sentido es limpiar, sacar los cacharros y ordenar. La fumigación sólo sirve cuando hay mosquitos infectados, esto está demostrado. La fumigación es incorrecta para prevenir la presencia del mosquito. Fumigar cuando no corresponde debería considerarse mala praxis”, planteó el biólogo.
Asimismo, Schweigmann subrayó que el trabajo de prevención de la proliferación del mosquito vector del dengue, debe realizarse en invierno. “En general, todos los años se empieza a hablar del dengue en diciembre y está mal, ya es tarde. ¿Por qué? El Aedes aegypti no está en invierno porque no hay plantas, no hay flores, no hay néctar. Lo único que queda de Aedes aegypti son huevos”, remarcó el investigador.
“Entonces, la prevención hay que hacerla en invierno porque en ese momento todos los huevos del mosquito que hay (…) están en los recipientes. Si yo en ese momento limpio, ordeno y saco lo cacharros, los mosquitos no se pueden escapar, los tengo ahí agarrados. Las hembras no van a poder poner los huevos más lejos. Por eso es el momento más efectivo para llevar adelante las acciones de prevención. El arranque de la población que aparece en la primavera surge de los huevos que sobrevivieron en el invierno. Entonces, con una buena limpieza de todo lo que hay en la casa en invierno elimino los huevos y ya no van a prosperar durante la primavera siguiente”, argumentó el científico, dando por tierra con la idea de que la fumigación es útil para prevenir la proliferación del mosquito.
Por otra parte, respecto de si sirve o no, fumigar parques, plazas, baldíos y zanjas para controlar el mosquito Aedes, Schweigmann fue lapidario en su negativa. “No. El aedes no está ahí (en plazas, baldíos), no está en ningún ambiente silvestre. Siempre está cerca de las casas, hasta unos 20 metros de la línea de edificación. El Aedes no pone huevos en la tierra, ni en las zanjas (salvo que haya basura y recipientes que acumulen agua en esa zanja). Tampoco se reproduce en los charcos con agua. Este mosquito pega los huevos en una pared sólida a un milímetro del nivel del agua”, describió el mosquitólogo.
En este punto, sobre si el mosquito puede reproducirse en piletas, Schweigmann diferenció entre dos tipos: “La típica pelopincho es un muy buen criadero de Aedes, sobre todo cuando tiene pocos centímetros de agua o está tirada en el patio, porque los pliegues juntan agua y ahí el mosquito pone los huevos”, dijo.
“En las piletas grandes, lo que recomiendo es que no tenga poca agua y se use, ya que el movimiento del agua evita que se críen mosquitos. Un mito muy extendido es que las piletas con el agua verde son un criadero de mosquitos. En realidad, cuando el agua está verde es porque se formó todo un ecosistema de pulgas de agua y otros bichitos que se comen las larvas de los mosquitos”, precisó el investigador.
Y en 2020, en una entrevista televisiva, Schweigmann se mostró crítico de las estrategias de prevención del dengue que impulsaba el gobierno renovador de Misiones, que por entonces defendía la utilización de plantas crotalarias y mosquitos irradiados estériles. “No estamos haciendo la prevención como corresponde. Hay que hacerla a partir del invierno, con programas y no con campañas de corto plazo. Los niños no están recibiendo instrucción sobre el ciclo de vida del mosquito”, aseguró en junio del 2020.
“Estamos muy atrasados. Hay que poner en la currícula (de educación primaria), el ciclo de vida del mosquito”, enfatizó el investigador. Al tiempo que aclaró que el Aedes aegypti sí se puede reproducir en agua sucia. “En agua colorada, tenía larvas coloradas, en Salta había larvas negras, en Buenos Aires, larvas verdes. Se cría en el tacho con agua con el agua que te olvidas”, detalló.
“La plata que se gastó en crotalaria se podría haber gastado en educación y prevención. Es inadmisible que en la manzana del hospital o de una escuela haya criaderos de mosquitos. Viví todas las epidemias de dengue en Misiones, desde 1998. Conozco a funcionarios de Misiones que fueron a pedir ayuda a Buenos aires, llorando. ¿Hay plantas de reciclado de llantas en Misiones? Todos los pueblos están llenos de montañas de cubiertas que son excelentes (para la reproducción del vector del dengue). Por la cantidad de recipientes con agua, Misiones es el Parque Nacional del Aedes aegypti”, remató por entonces Schweigmann.
Y recalcó que las llantas de cubiertas son lugares ideales para la proliferación del mosquito Aedes, porque permiten la acumulación de agua y conservan el calor en invierno.