El síndrome de burnout, que en inglés significa «agotamiento», es el desgaste máximo que una persona puede experimentar a causa del estrés y del ritmo de vida acelerado. Si bien existe desde hace años, recién en 2000 la OMS lo incluyó en la Clasificación Internacional de Enfermedades y lo describió como «un estado de agotamiento vital», mucha gente lo conoce como el síndrome del quemado.
Es difícil establecer diferencias claras entre estrés y la ansiedad, ya que muchas veces van de la mano. En el caso del burnout, refiere al desgaste físico y emocional que las personas pueden sentir una vez que el estrés laboral se vuelve crónico.
Alan Villalba, licenciado en Psicología, en diálogo con Alejandro Chini y Bryan Villalba del programa “La Última Rosca” de Radio Up 95.5, consideró que “este síndrome es bastante interesante, tiene distintos nombres como el síndrome de gasto profesional, el síndrome de sobrecarga emocional o el síndrome del quemado o el síndrome de la fatiga. Prácticamente, hablado de este síndrome, si bien algo bastante conocido y esperable es el hecho del estrés que se presenta en el trabajo, pero hay que entender que es un fenómeno multicausal.”
Además expresó “que una persona esté estresada, esto no significa que va a tener el síndrome de burnout, esto depende de muchas cuestiones como el agotamiento, la crisis generada por las frustraciones en la carrera profesional, el estar pasando en una crisis vital, por ejemplo, la muerte de una persona, un duelo en una relación, ser despedido de otro empleo, no sé, incluso podemos enmarcarlo en el país que vivimos actualmente, la crisis actual económica, todo eso son factores que van sumando a que aparezca este síndrome.”
El licenciado en psicología explicó cuáles son los factores de riesgo: “Son distintos, tanto como los componentes personales como la edad. Por ejemplo, una persona más joven que empieza a trabajar 8 o 12 horas, va a haber una diferencia con una persona que ya tenga sus 10, 20 años de experiencia en cuestiones laborales. También, bueno, las variables familiares como por ejemplo la muerte de un padre, por ejemplo, la pérdida de un familiar, es decir son diferentes las cuestiones como lo son las personas”.
En sus orígenes, el síndrome del “quemado” fue identificado en mayor medida en aquellas profesiones que están en relación con el trato al público y clientes (denominado también exposición social). Sin embargo, puede darse en cualquier ocupación ya que hay un mayor riesgo de padecer el síndrome de burnout cuando existe una gran discrepancia entre las expectativas laborales del trabajador y la realidad de las tareas a las que se enfrenta día a día, o existe un ambiente laboral con exceso de tensión, degradado y/o con relaciones laborales manifiestamente conflictivas.
Villalba explicó que no necesariamente la altura del año está vinculado a la aparición de este síndrome. “Uno puede estar presentando este síndrome en distintas etapas del año, en distintos trabajos. Se lo puede pensar, acá en Argentina bien conocido, que las personas tenemos más de un trabajo mayormente, puede estar con este síndrome para un trabajo en particular y no para otro. Podés irte de vacaciones desconectadas dos semanas, un mes, y al volver tener fatiga, cansancio, estar con estrés. Hay cierta negación, no me quiero levantar a la mañana, por ejemplo, supongamos que entro a las siete de la mañana. No me puedo levantar, no me quiero levantar, llego tarde. Existe esta negación de no, no quiero ir, no quiero estar ahí. Esto también se da por distintas cuestiones, como, por ejemplo, los factores laborales o profesionales, la inadecuada formación profesional que una persona puede estar sobre capacitada para un cargo”.
Al referirse a la manera de prevenir este síndrome, el licenciado en Psicología explicó: “Entender que este síndrome es muy similar al estrés post traumático y que requiere del tiempo necesario para recuperarse, empezar a desconectarse de verdad, del trabajo, de lo que nos afecta, dedicarse tiempo personal, hacer un actividad deportiva o física para desconectarse, no sobrecargarse laboralmente, no hacer muchas sobre horas y siempre está bien y es necesario tratarlo en alguna terapia, hablarlo, poder decir me siento fatigado y buscar la respuesta”.
“Existen cuatro niveles del síndrome de burnout: El leve, que son quejas vagas, cansancio, dificultad para levantarse a la mañana, por ejemplo. Luego el moderado, que hay más negativismo, hay más aislamientos. Continúa con el grave, que puede haber automedicación o no de psicofármacos, por ejemplo. Puede haber alcoholismo o droga de dependencia. Esa es en el caso de, por ejemplo, una persona que está con un síndrome de burnout grave y llega a la casa y lo único que quiere hacer es tomar. Ahí también hay una dependencia de algún factor que me dice que vaya y tome alcohol; por último el punto extremo es el aislamiento muy marcado que hay y que puede llegar inclusive a una depresión. Y punto último puede llegar a ser un suicidio, pero eso ya es en el caso último, en el que no se haya podido llegar a diagnosticar o a prever esto”, explicó Villalba.
¿Cómo combatir el burnout?
Yoga: el ejercicio físico es fundamental para la salud física y mental, especialmente el yoga, ya que al trabajar con la respiración, ayuda a disminuir los niveles de cortisol, la hormona responsable del estrés.
Meditación: según un estudio realizado por la revista Biological Psychiatry, está comprobado científicamente que la meditación tiene múltiples beneficios para la salud. Reduce el estrés, la ansiedad, disminuye el riesgo de depresión, mejora la concentración y la atención, reduce los procesos inflamatorios del organismo e incluso mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular, ya que la respiración adecuada y consciente es la base de una buena salud.
Tomarse pausas y darle lugar al ocio: es muy importante tomarse momentos de pausa, disminuir el ritmo laboral o la cantidad de tareas lo más posible en casos de estrés excesivo y tomarse recreos. Asimismo, es fundamental tener momentos de ocio, pasar tiempo en familia y con amigos y hacer al menos una actividad placentera.
Ambiente y límites laborales: una causa clave del burnout son las relaciones interpersonales en el trabajo. Si una persona trabaja en un ambiente laboral hostil o en el que las tareas demandadas pasan el límite del horario laboral establecido, es más posible que el estrés se vuelva crónico.
Música y pequeñas cosas que ayuden a motivar: escuchar música relajante, trabajar en una posición cómoda, trabajar en un ambiente limpio y ordenado también es fundamental para evitar las crisis de estrés.