En Miami, la ciudad adoptiva de Lionel Messi, la AFA barrió debajo de la alfombra (roja). Claudio “Chiqui” Tapia terminó consiguiendo la foto con Lionel Scaloni, el entrenador campeón del mundo, pero no dejó de señalar en público su malestar: “Los títulos no se ganan sólo deportivamente”, advirtió, sin nombrarlo.
Fue una manera de facturarle que detrás de un gran equipo, la selección argentina, hay una gestión y un grupo de dirigentes que también hacen su trabajo. El máximo directivo del fútbol nacional todavía no digiere la conferencia de prensa posterior a la victoria (1-0) sobre Brasil en el Maracaná por la eliminatoria. Para su estilo, de cercanía a los jugadores, que el entrenador haya optado por hablar de sí y de su futuro en lugar de ensalzar al grupo de futbolistas que habían conseguido un triunfo épico fue casi una afrenta. Por una cuestión organizativa, el DT de Pujato, Santa Fe, ni siquiera se sentó al lado de su jefe mientras iban saliendo una por una las bolillas que ubicaban a los 16 equipos que disputarán la Copa América Estados Unidos 2024. Hubo un encuentro mínimo, el primero en más de dos semanas, sin soluciones de fondo. La tensión entre ambos bajó, pero el entrenador mantiene la indefinición. Y no confirmó su presencia en el próximo torneo continental.
El DT dijo lo suyo después del sorteo, en TyC Sports, sin despejar la incógnita sobre su futuro. “Estoy acá porque soy el entrenador. Es un momento personal para pensar. Estoy en esa instancia. Es importante pensar un poco en lo que viene. Y ver qué hacemos”. Y agregó, bajándole el tono a la ansiedad por su futuro al frente del equipo: “No hay nada que definir. Estoy pensando en el momento que estamos atravesando. Es importante parar la pelota. No hay nada raro”, insistió. “El equipo está muy bien. Los jugadores necesitan un entrenador que esté bien, con todas las ganas, con todas las energías. Necesitan un entrenador a la altura de ellos. Sigo pensando lo mismo: es un momento para pensar. Vienen cosas importantes, lindas de jugar y muy exigentes; es tiempo para pensar y hay tiempo. Es personal”, continuó. Y confirmó el encuentro con el presidente de la AFA previo al sorteo: “Hablé con Messi después del Maracaná. Quedé en volver a hablar. Y hablé con el presidente y volví a hablar hoy. En buenos términos, como siempre”.
Scaloni podría haber llegado con la suficiente antelación como para tener el encuentro con Tapia y resolver las heridas que habían quedado abiertas después del Maracanazo. El DT, en cambio, arribó sobre la hora, con el sorteo como su única prioridad en la agenda. En su entorno aseguran que este 7 de diciembre forma parte de la “ventana de tiempo” que pidió para reflexionar sobre su futuro. Para “pensar” en cómo hacer que Argentina siga compitiendo entre los mejores equipos del mundo. Entonces, todavía no hay fecha concreta para esa reunión con el presidente, que puede ser definitoria.
En Miami, Scaloni y Tapia se enteraron de que el camino hacia la reválida del título de campeón comenzará contra Canadá o Trinidad Tobago el jueves 20 de junio en Atlanta, en el partido inaugural del torneo. Luego, el martes 25 de junio, los campeones del mundo y del continente jugarán ante Chile en el MetLife Stadium de Nueva Jersey. Y cerrarán la etapa de grupos el sábado 29 de junio en el Hard Rock Stadium de Miami, el estadio más grande de la ciudad, frente a Perú. La sede de su eventual compromiso de cuartos de final dependerá de la ubicación final en esa rueda.
En medio de su cruce con Scaloni, Tapia tuvo en Miami un guardaespaldas de peso: Alejandro Domínguez, el presidente de Conmebol. El paraguayo aprovechó la inauguración de las oficinas de la AFA en la ciudad más importante del estado de Florida para ensalzar al directivo: “Tapia tuvo la visión de poner al técnico cuando mucha gente lo ponía en duda. No hay barco sin capitán. Lógicamente, el mérito es más del 100 por ciento de los jugadores; eso no está en discusión. Por supuesto el gran estratega es Scaloni, el mejor DT del mundo, ninguna duda. Pero ningún barco anda sin capitán y ése es Tapia, que ya está pensando en el próximo paso”.
Ese próximo paso puede tenerlos bien cerca: la silla de Brasil en la FIFA corre peligro, ya que Ednaldo Rodrigues, el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), fue destituido. Si la decisión se confirma, Conmebol tendrá que definir quién se sentará en el Consejo de la FIFA en lugar de Rodrigues. A Tapia, entonces, se le abre una puerta gigante para volver a Suiza, de donde se fue –eyectado por el propio Domínguez– en 2019. Ahora volvería como campeón del mundo.
(Fuente: La Nación)