El empresario de 68 años de edad, estaba internado en estado reservado desde el lunes, cuando lo encontraron inconsciente luego de sufrir un Accidente Cerebro – Vascular.
Ricardo Piñeiro murió a los 68 años tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV). La triste noticia fue confirmada por la modelo Fernanda Villaverde a través de sus redes sociales. “Richard, no puedo más del dolor. Que descanses en paz. Te amo y te amaré siempre”, escribió la mujer, incluyendo una fotografía de ambos.
El empresario había sido encontrado inconsciente en su casa y trasladado de urgencia al Hospital Fernández. Presentaba insuficiencia respiratoria y renal, e hipotensión arterial, por lo que su cuadro era reservado. Más tarde, fue trasladado al Mater Dei y continuó con pronóstico reservado.
Piñeiro se descompensó en su departamento, en el barrio porteño de Recoleta. Un amigo llamó al 911 después de intentar comunicarse en varias oportunidades y no obtener respuesta. Los efectivos policiales de la Ciudad de Buenos Aires se acercaron al domicilio el domingo y, cuando lograron ingresar, encontraron al empresario con bajos signos vitales.
Según A24, los efectivos lo llevaron inmediatamente y de urgencia al Hospital Fernández. Luego fue trasladado al Sanatorio Otamendi donde quedó internado en terapia intensiva hasta el momento de su muerte, confirmada este miércoles en horas del mediodía.
Ricardo Piñeiro tenía una amplia trayectoria en el modelaje y fue el hombre que descubrió a figuras de la talla de Paula Chaves, Andrea Frigerio, Fernanda Villaverde, Mariana Arias, Karina Rabolini, Ginette Reynal, María Vázquez, Carolina Pelleriti y Verónica Lozano, entre otras famosas.
El empresario marcó una época en los 90 y 2000 en el mundo de la moda al tener en sus filas a modelos y figuras de importante nombre dentro del ámbito local.
Durante casi dos décadas el nombre de Piñeiro estuvo asociado al mundo de la moda. Era el gran rival de Pancho Dotto en los años 90, cuando manejaba la carrera de muchas de las modelos más importantes de la Argentina.
Pero en la actualidad, su vida transcurría por un camino muy diferente: se dedicaba a la fotografía, al cuidado de sus cuatro perras y disfrutaba de su trabajo como voluntario en una iglesia. De acuerdo con TN, fue sorprendente el cambio de vida que llevó adelante quien manejaba una de las dos empresas de modelos más grandes del país.
Él lo explicaba con mucha facilidad: “Hay que entender que tenemos ciclos y el secreto es saber reinventarse. No volvería ni loco al mundo de la moda porque soy muy feliz así”. “El mundo de las modelos ya fue. Hice todo lo que quise hasta hartarme. Ya no me interesa para nada la moda porque soy más feliz como voluntario en la iglesia Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón”, había expresado tiempo atrás.