En diálogo con “La Última Rosca”, Ludmila Fernández, integrante del colectivo “Albergados en Lucha”, expresó su preocupación por la situación actual de los albergues ofrecidos por la Universidad Nacional de Misiones (UNAM). Señaló que el proceso para acceder a estos albergues no siempre es transparente y que a menudo depende de información monopolizada por agrupaciones estudiantiles y secretarías de bienestar estudiantil.
Fernández, participante del Colectivo Albergadas en Lucha, destacó que el acceso a las becas de albergues se basa en la comprobación de la situación económica precaria, donde los ingresos familiares deben estar por debajo de la línea de pobreza. Sin embargo, criticó irregularidades en la asignación de becas, alegando que algunos estudiantes que no cumplen con los requisitos acceden a estos beneficios mediante influencias políticas.
La entrevistada también compartió preocupaciones sobre la falta de mejoras en las condiciones de las casas de albergues, señalando que la situación empeoró y que aspectos como el suministro de agua y la conectividad siguen siendo problemáticos. Además, mencionó que las becas están en riesgo, lo que afecta tanto a los albergues como al comedor universitario.
En relación con el rendimiento académico necesario para mantener la beca, Fernández explicó que existe un reglamento que requiere que los estudiantes tengan al menos el 60% de las materias aprobadas para renovar la beca anualmente. Sin embargo, criticó la falta de comprensión de las circunstancias de los estudiantes trabajadores, quienes, además de estudiar, deben enfrentarse a trabajos precarios que dificultan el cumplimiento estricto de los requisitos académicos.
Con la incertidumbre sobre el futuro de las becas y las condiciones de los albergues, este colectivo se organiza y moviliza para enfrentar los desafíos que afectan a los estudiantes en Misiones.