Ambos mandatarios optaron por jugar a favor del electo presidente, Javier Milei, quien se impuso por una diferencia mucho mayor a la esperada. En cambio, el gobernador Gerardo Morales, actual presidente del partido centenario, sumó cuatro fracasos en el año electoral.
Las dos figuras emergentes en la nueva configuración del mapa electoral son los gobernadores radicales, Gustavo Valdés (Corrientes) y Alfredo Cornejo (Mendoza), cuyas posiciones y acciones en el balotaje presidencial se destacaron en contraste con la postura del también gobernador Gerardo Morales, que sigue siendo el presidente de la UCR.
El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés fue el único mandatario del país que se pronunció abiertamente un apoyo “al cambio” y beneficiar al candidato presidencial “libertario” Javier Milei, que terminó imponiéndose en 21 de las 24 provincias, incluido el territorio administrado por el dirigente radical.
El domingo 19 de noviembre, con los datos de la Segunda Vuelta, Valdés anunció en redes sociales la victoria de Milei en la provincia de Corrientes, resaltando así su alejamiento de la postura de un sector radical que apoyó al derrotado Sergio Massa. En su decisión, muchos analistas destacan la cuestión del tiempo en que se realizarán elecciones a gobernador en Corrientes: será en 2025 y si Massa hubiera ganado el balotaje, el peronismo correntino podría entronizar un dirigente que rivalice con Valdés dentro de poco más de dos años.
Por su parte, Alfredo Cornejo, gobernador electo de Mendoza, ha seguido un camino similar, felicitando a Milei como el nuevo presidente de Argentina incluso antes de los resultados oficiales del balotaje. En la previa, Cornejo mantuvo contactos con los sectores “libertarios” y fue una de las figuras de la cumbre de radicales llamada “grupo Malbec”, oposición a la actual conducción de Morales en la UCR.
El partido centenario se había pronunciado por la neutralidad o prescindencia en el balotaje, lo que se traduce en un voto en blanco o abstención. Pero la vicegobernadora electa de Mendoza y compañera de fórmula de Cornejo, Hebe Casado, supo declarar que antes de votar al kirchnerismo se “cortaría las manos”. De hecho, Mendoza rivaliza con Córdoba como la provincia más antikirchnerista del país, según los impactantes resultados de LLA en el territorio de Cornejo.
Según Noticias Argentinas, Cornejo expresó su entusiasmo en sus redes sociales por “una nueva etapa en Argentina” y un “cambio profundo de rumbo económico”, evidenciando una clara ruptura con el modelo político anterior y alineándose con el nuevo oficialismo nacional.
En contraste, Gerardo Morales, presidente de la UCR, sumó un nuevo traspié electoral con la victoria de Milei en la segunda vuelta. Aunque inicialmente Morales y Martín Lousteau representaron una alianza moderada dentro de Juntos por el Cambio, enfrentaron críticas y acusaciones de una supuesta alianza con el candidato oficialista, Sergio Massa.
Este año, Morales fue precandidato a Presidente en la interna de Juntos por el Cambio y renunció a la candidatura. Luego se sumó a la fórmula presidencial que encabezó Horacio Rodríguez Larreta, en la interna de Juntos por el Cambio y perdió con Patricia Bullrich.
Más adelante, en octubre apoyó a la candidata a Presidente de JxC, Patricia Bullrich y perdió porque la ex ministra de seguridad no ingresó al balotaje. Y este domingo, Morales volvió a apostar a un perdedor, por estar a favor de Massa frente al candidato “libertario”, que contaba con el respaldo de Valdés, Cornejo y los radicales del “Grupo Malbec”.
A lo largo del año electoral, Morales buscó la unificación del bloque en la Cámara de Diputados, un objetivo complicado por las divisiones internas y las críticas a las decisiones tomadas por las autoridades partidarias. Estas tensiones internas se agudizaron con el ascenso de figuras como Valdés y Cornejo, quienes comenzaron a disputar los espacios de poder dentro del partido.