Una exalumna lo denunció por acoso cuando todavía era una adolescente. “Comenzó a escribirme de noche, me invitaba a la casa, me decía que estaba solo”, relató la denunciante, que optó por abandonar la academia.
Un funcionario público y profesor de danzas, destacado en varios estilos artísticos, incluso referente fuera de la provincia en géneros urbanos, fue denunciado por una joven de 18 años por acoso sexual, hostigamiento y presuntos delitos vinculados al grooming, durante las últimas horas, lo que disparó una investigación de la Comisaría de la Mujer y la Familia de la Unidad Regional I y la dirección Cibercrimen.
“Me dejaba mensajes en todas las historias en Instagram y me invitaba constantemente a que fuera a su casa y yo era todavía menor de edad”, relató la víctima y denunciante.
La denunciante, cuyos datos filiatorios y generales se preservan, contó lo que padeció durante más de dos años desde que ingresó a una academia de baile, dirigida y propiedad del profesor cuestionado.
“Tenía solo 16 años, ingresé en el 2021 y fue casi automático el acoso. Comenzó a contestarme las historias, imágenes y todos los posteos que publicaba en redes sociales. A cada foto en la que aparecía bailando decía cosas como que le gustaba verme brillar. Hasta ese punto todo bien, no sospeché nada, pero después fue cambiando de tono cada mensaje y comencé a sentirme mal”, dijo la muchacha.
En este contexto, resaltó que decidió denunciar ahora porque “ya no soy más parte de la academia, no me fui antes porque tenía miedo de que me frustrara el sueño de bailar”.
“El año pasado le conté todo lo que sufría a la psicopedagoga del colegio (secundario privado del centro posadeño) y automáticamente le avisaron a mis padres porque en ese momento era menor de edad. Yo no quería denunciarlo pese a que me decían que tenía todo para hacerlo, capturas de pantalla y demás pruebas, pero en ese momento sentía que no quería”.
En julio, la joven se cambió de escuela de baile y el viernes 27 de octubre, rompió el silencio y radicó la denuncia en la Comisaría de la Mujer de la UR-I. “Hay muchas chicas que atraviesan situaciones similares, por eso también me animé a denunciarlo”.
“Comenzó a escribirme de noche, de madrugada, me invitaba a la casa constantemente, me decía que estaba solo y hasta me decía que me iba a casar con él y en reiteradas oportunidades me sacaba fotos bailando y me las enviaba con un comentario ‘¡Qué linda!” o términos similares”, añadió.
“Yo nunca le contesté nada porque pensaba que se iba creer que yo le seguía el ritmo. Me reía o le cambiaba de tema, o por ejemplo cuando me mandaba mensajes de ‘vení’ insistentemente, yo le preguntaba: “¿A dónde? Y ahí ya no respondía y borraba los mensajes después, pero yo capturaba todo porque presentía que había algo malo y me daba mucho miedo”.
Aclaró que la mayor parte de los episodios de acoso y hostigamiento se sucedían por mensajes privados en la red social Instagram y vía la aplicación de celulares Whatsapp.
En cuanto a si podría haber otras víctimas, dijo que “hablando con otras chicas me enteré que no fui la primera ni la única y que las que de algún modo le ponían los puntos, comenzaban a ser tratadas mal, diferente. Eso, yo no quería que me pase, pero como ya no soy parte del lugar, me animé a denunciarlo, sobre todo después de situaciones más graves que me fui enterando”.
Respecto a este punto, la joven confió que la contactaron otras bailarinas que estudiaron en la academia hace varios años y que pasaron por episodios igual de traumáticos.
“Una de ellas me dijo que hasta le pidió que se cortara un mechón de cabello porque lo quería tener con él y otra me dijo que le invitaba a tomar tereré a las 2 de la madrugada”.
Aseguró que “hay muchas chicas, no son pocas las que me dijeron que no denunciaron que no se animaron porque sienten mucho miedo o porque, como me pasó a mí al principio, siendo adolescente lo único que me importaba era bailar, formar parte del grupo y no tomaba conciencia total de lo que este señor hacía, que era directamente acoso sexual”.
Qué es el grooming
El grooming se refiere a una serie de acciones realizadas por un adulto con el objetivo de establecer una relación de confianza y control sobre un niño o adolescente, generalmente a través de medios digitales, con el fin de abusar sexualmente de ellos. Estas acciones suelen incluir el uso de internet y las redes sociales para ganarse la confianza del menor, manipularlo emocionalmente, obtener información personal, fotos o videos íntimos, y, en última instancia, persuadir al menor para que participe en actividades sexuales o envíe material sexualmente explícito.
El grooming es un delito y una forma de abuso infantil. Los perpetradores de grooming suelen ser adultos que se hacen pasar por jóvenes en línea para acercarse a sus víctimas. Es importante que los padres y cuidadores estén alerta a las señales de grooming y eduquen a los niños sobre los riesgos asociados con las interacciones en línea con desconocidos. Las autoridades y organizaciones de protección de la infancia trabajan para combatir el grooming y proteger a los niños de esta forma de explotación sexual en línea.
(Fuente: Primera edición)