Para esclarecer el femicidio de Antonella Bernhardt, asesinada en abril del 2019 de una puñalada en la garganta dentro del departamento que alquilaba en el barrio El Brete.
El acusado, se llama Cristian Daniel Vargas, de 32 años, el juicio será del 6 al 10 y el encargado de aplicar justicia será el Tribunal Penal Uno de Posadas.
Según trascendidos judiciales, el pleito tendrá al menos treinta testigos, incluyendo peritos, investigadores, vecinos y familiares de la víctima y del acusado.
El debate se llevaría adelante en el Salón de Usos Múltiples (SUM) del Palacio de Justicia. Para este caso, el Tribunal Penal Uno, estará conformado por los magistrados Gustavo Bernie, Viviana Cukla y Ángel Dejesús Cardozo.
Martín Rau, en representación del Ministerio Público Fiscal, estará a cargo de la acusación, mientras que el imputado, Cristian Daniel Vargas, contará con la defensa de Mario Ramírez en calidad de defensor oficial.
En abril del 2019, el apuntado le cortó el cuello a Antonella, que en ese momento tenía 27 años y lo agarraron in fraganti cuando salía del departamento, ahí fue fue filmado por la dueña de los inquilinato y en ese momento el acusado simulaba hablar con ella, para poder escapar.
La mujer que le alquilaba el departamento a la víctima fue quien encontró su cuerpo. Había escuchado gritos y una fuerte discusión en horas del mediodía y preocupada por su inquilina, se acercó hasta la puerta. En ese momento el acusado se fue del lugar diciendo que iba a comprar comida y que volvería pronto. La mujer aprovechó para entrar al departamento, pero ya era tarde para salvarla. Antonella estaba muerta y tenía un corte profundo en el cuello. Con el video como prueba y el testimonio de los vecinos en línea, la policía ubicó al acusado a pocas cuadras de la pensión.
El hombre reconoció haber sido el autor de la estocada que acabó con la vida de Antonella Bernhardt, pero dijo que fue un hecho “accidental”. Cristian Daniel Vargas aseguró que hubo un forcejeo con la chica cuando pretendía quitarle el teléfono celular con el que habría grabado un encuentro sexual entre ambos y pretendía usar para extorsionarlo. El video nunca pudo ser encontrado: el agresor formateó el celular de la víctima tras el ataque.