Un equipo de investigación de la UBA y de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos Malbrán” detectó una especie de roedores infectados con hantavirus Lechiguanas.
Así lo confirmaron medios locales, a la vez que -citando a los investigadores que publicaron los resultados de su estudio en la revista Zoonosis y Salud Pública- enfatizaron sobre la importancia de llevar adelante medidas preventivas para proteger a la población humana.
Según se expresa en el portal oficial del Ministerio de Salud de la Nación, la mencionada enfermedad “es una zoonosis emergente producida por virus ARN pertenecientes a la familia Bunyaviridae. Los virus tienen una distribución mundial, y producen en los seres humanos dos formas clínicas graves: la Fiebre Hemorrágica con Síndrome Renal en Asia y Europa y el Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus en América (SCPH)”.
El objetivo de la investigación centrada en el Parque Nacional Iberá, fue buscar hantavirus en las comunidades de roedores que habitan en esta zona, que limita con dos áreas endémicas. Los 36 ejemplares de colilargo chico (Oligoryzomys flavescens) junto a 15 hocicudos rojizos (Oxymycterus rufus) fueron capturados en junio de 2022 mediante un esfuerzo total de 644 noches de trampa distribuidas en cinco cuadrículas ubicadas en el Parque Nacional de la provincia de Corrientes.
A todos los roedores se le realizaron muestras de sangre para detectar inmunoglobulina G (IgG) específica de ANDV y extraer el virus ARN. Como resultado, una comparación de nucleótidos con secuencias publicadas previamente mostró una similitud del 98,34% con el virus obtenido de un caso humano del síndrome pulmonar por hantavirus reportado en la provincia de Misiones.
“Este estudio demostró, por primera vez, que el colilargo chico es huésped del hantavirus Lechiguanas en esta zona y contribuye a cerrar vacíos de información sobre la distribución de esta zoonosis en Argentina. Además, la alta similitud con el hantavirus encontrado en el caso humano de Misiones sugiere que el reservorio en esa provincia también sería por Oligoryzomys flavescens, lo cual no había sido confirmado previamente”, se especificó en la investigación.
Un trabajo similar, que combina terreno y laboratorio, se está realizando en el Parque Nacional Iguazú, en Misiones, para identificar qué roedores ofician de reservorios y sus variantes, en qué áreas se encuentran y cómo se mueven en la vegetación autóctona.
(Fuente: El Litoral)