La vicepresidenta apeló los fallos de la Cámara de Casación Penal que había revocado los sobreseimientos y había ordenado la realización de los juicios orales en las causas por lavado, por encubrimiento agravado y traición a la patria. Su defensa solicitó que el caso llegue a la Corte Suprema.
La vicepresidente de la Nación Cristina Kirchner pidió la nulidad de las causas Hotesur-Los Sauces y el memorándum con Irán luego de lograr la aprobación del pliego de la jueza Ana María Figueroa, para extender el mandato de la jueza jubilada por 5 años más. Su defensa solicitó que el caso llegue a la Corte Suprema de Justicia, argumentando que la Sala 1 de la Casación, estaba incompleta porque la magistrada había sido dejada cesante por el supremo tribunal, en virtud del artículo 99 – inciso 4 de la Constitución Nacional
Asimismo, el fiscal de la Cámara Federal de Casación Penal Mario Villar decidió no apelar el sobreseimiento de Florencia Kirchner y la hija de Cristina Kirchner que quedó totalmente desvinculada de la causa Hotesur – Los Sauces, por haber ingresado en la sociedad a través de la cual se concretaban las presuntas maniobras de lavado, cuando era menor de edad.
Los abogados de Cristina Kirchner, Carlos Beraldi y Ary Llernovoy consideraron que “la decisión de la Cámara Federal de Casación Penal importa un severo gravamen a los derechos y garantías constitucionales que asisten a nuestros representados”. Y expresan que de no mediar la intervención de la Corte “habrán de consolidarse agravios de imposible reparación anterior”.
A este respecto, el constitucionalista Andrés Gil Domínguez, había anticipado esta medida en diálogo con Radio Up 95.5, la semana pasada. El abogado había señalado que todo ciudadano acusado en una causa, tiene el derecho a un fallo de casación con los tres jueces que integran el tribunal. Esto es así porque aún cuando la decisión sea contraria a la que pretende el encartado, un fallo en minoría posibilita al acusado a basarse en esos argumentos para la apelación.
Según se confirmó este lunes, la defensa de la Vicepresidente argumentaron su pedido en que los fallos de la Cámara de Casación fueron dictadas sin la intervención de la jueza Ana María Figueroa, que había sido cesanteada de sus funciones por disposición de la Corte Suprema al haber alcanzado los 75 años de edad.
La ausencia de la magistrada en esos fallos, que se definen por el voto de tres jueces, fue considerada de “dudosa constitucionalidad”, a pesar de que la ley “habilita a la Cámara Federal de Casación Penal a dictar sus pronunciamientos con el voto concurrente de dos de sus jueces”. Ese voto concurrente implica o posibilita el voto de un juez en disidencia.
Para la defensa de Cristina Kirchner, la Sala I que dictó el fallo “quedó indebidamente constituida sólo por dos jueces, habiendo sido excluida de la resolución del caso la tercera magistrada a través de una decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que no registra antecedentes similares y que resulta contraria a la práctica seguida con relación a otros magistrados que se encontraban en idéntica situación a la de la jueza Figueroa”, sostuvieron en las apelaciones los abogados Beraldi y Llernovoy, de acuerdo con TN.
La Cámara Federal de Casación Penal había dispuesto el 18 de septiembre que se realicen los juicios orales por las causas Hotesur-Los Sauces, por supuesta asociación ilícita y lavado de dinero, y otro por el Memorándum de entendimiento con Irán por presunto encubrimiento de los autores iraníes del atentado a la AMIA, en los que está imputada Cristina Kirchner. De esa forma, la Casación integrada por los jueces Diego Barroetaveña y Daniel Petrone, dejaron sin efecto los sobreseimientos de la Vicepresidenta en ambas causas.
Vale recordar que el kirchnerismo aprobó el jueves pasado en el Senado de la Nación el pliego de la jueza Ana María Figueroa, con lo cual Cristina Kirchner desconoció la decisión de la Corte Suprema de Justicia. Lo lograron con el acompañamiento de los senadores misioneros Magdalena Solari Quintana –que sumó su banca al quórum – y Maurice Closs –que además de acompañar el quórum, votó a favor del pliego– en una decisión que abre un conflicto de poderes entre el Senado y la Corte Suprema.