Los niños y adolescentes pasan gran parte del día en los establecimientos educativos y contar con quioscos que ofrezcal alternativas saludables se vuelve una necesidad. Alimentación sana y al alcance la mano, a un precio razonable establece la ley que fue aprobada en el año 2008 y que aún hoy no se cumple en su totalidad.
La Ley 26.396 “declara de interés nacional la prevención y control de los trastornos alimentarios”, y fue sancionada en 2008. Al año siguiente se le incorporó un artículo que decía que “los quioscos y demás establecimientos de expendio de alimentos dentro de los establecimientos escolares deberán ofrecer productos que integren una alimentación saludable y variada”.
La ley del etiquetado frontal, es un sistema de etiquetado que debe ayudar a las personas a identificar de manera correcta, rápida y sencilla aquellos productos que contienen cantidades excesivas de azúcares, grasas y sodio. Esto sin lugar a dudas repercute o debería repercutir a la hora del consumo de cosas en los recreos, principalmente en colegios secundarios, donde se espera que los adolescentes tengan un consumo más consciente.
Karina Hermosilla, es licenciada en Nutrición e integrante de la Dirección de Nutrición Escolar del Ministerio de Educación de la Provincia de Misiones y explicó en diálogo con “Primera Vuelta” de Radio Up 95.5 que “se realiza de manera constante el trabajo de reeducación con los alumnos, con los docentes, para que la elección de los alimentos sea siempre por la opción saludable”.
“Hay diferentes tipos de quioscos, tipo cantina, buffet o simplemente un quiosco de mesa que ofrece pequeños refrigerios. Instalar un quiosco saludable en una escuela es un proceso. Lo primero que se tiene que instalar, es la educación alimentaria y nutricional forme parte de la currícula de la escuela a nivel transversal”, explicó la profesional.
“Con respecto a la ley 27.642 que es la promoción de la alimentación saludable, particularmente desde el área de nutrición escolar, se realizó una capacitación para explicar, informar, capacitar a los docentes y también a los que atienden los quioscos en la escuela, para que puedan recomendar qué consumir sobre todo en el comienzo del día. Tener la posibilidad de elegir racionalmente cosas caseras que no estén super procesadas, con sal o azúcar agregada y descubrir que se puede comer rico y saludable”, dijo la nutricionista.
Por otro lado, los padres también al referirse a los quioscos saludables remarcan los costos de los productos y la necesidad de que los niños se encuentren con “colaciones” que estén preparadas y de rápido acceso.
Gabriela Fernández, mamá de un niño en edad escolar, explicó que lo primero que los padres piden es que haya variedad en los quioscos: “Pedimos que haya variedad porque muchas veces esto del quiosco saludable se limita a una manzana y un yogur y es toda la oferta saludable y después se repite lo mismo que hay en cualquier supermercado, alfajores y galletitas y cosas que los niños terminan eligiendo por los envoltorios”.
“Los precios de estas cosas son fundamentales, porque los quioscos de las escuelas venden las cosas saludables a precios más caros, y los niños terminan pagando una bolsita de pororó a $300 y eso mismo o más barato les sale un alfajor. O también los quiosqueros tardan en preparar lo saludable que puede ser un sándwich o una ensalada de frutas, y los niños se terminan perdiendo todo el recreo esperando”, explicó la mamá al referirse a la necesidad de celeridad en los kioscos escolares.
“Si uno hace un cálculo, la colación de los niños en la escuela termina saliendo 500 o 600 pesos por día, y eso duplica el presupuesto escolar, o el presupuesto cuando son dos o más hermanitos. No todos los padres tienen acceso al quiosco de las escuelas y mucho menos todos pueden preparar una merienda para que lleven todos los días, por eso es importante que los niños encuentren ofertas saludables de fácil acceso y que sean productos ricos”, dijo Gabriela Fernández en diálogo con “Primera Vuelta” de Radio Up 95.5.
“La importancia de tener paciencia y explicarles a los chicos que hay que comer algo saludable y nutritivo antes de comer un chocolate temprano es fundamental, es una pelea constante con los padres y con los maestros, porque muchas veces en el primer recreo del día el niño viene con un billete grande y te dice pide 3 huevitos de chocolates, porque no desayunó y tiene hambre”, explicó Clarita Figueredo, quién atiende el kiosco de una escuela muy importante de Posadas.
“Nosotros vendemos de todo, ensalada de frutas, yogurt con cereales, sándwich de jamón y queso, bollos, churros. Siempre le ofrecemos cosas frescas a los niños, pero lo curioso es que los adolescentes son los que más eligen esas cosas, y que los niños eligen las golosinas, porque las consumen rápido y pueden ir a jugar”, expresó.
La experiencia de incorporar la oferta de kioscos saludables con alimentos sanos y nutritivos en las escuelas es una estrategia válida e interesante para promover la educación alimentaria. Permitiendo reflexionar sobre la manera de enfrentar la obesidad infanto-juvenil sin estigmatizar a los niños y adolescentes, sin imponer reglas ni prohibir conductas de manera autoritaria, fomentando la participación de toda la comunidad educativa como única vía de desarrollo sostenible.