Esta fecha se conmemora para concientizar sobre las enfermedades cardiovasculares, que son las que más muertes causan en el mundo. Éstas implican casi 2 millones de fallecimientos por año.
Un informe de las Organización Mundial de la Salud (OMS) hecho en conjunto con la Organización Panamericana (OPS) analizó que las afecciones cardíacas y de los vasos sanguíneos (del Sistema Circulatorio) implican casi 2 millones de fallecimientos por año.
El cuidado de la salud cardiovascular es fundamental ya que estas afecciones son la principal causa de mortalidad tanto en hombres como en mujeres en todo el mundo. Esta patología es un desafío global para la salud ya que esta enfermedad se caracteriza por una alta tasa de internaciones, empeoramiento de la calidad de vida y elevada morbimortalidad.
Desde el año 2000 la Organización Mundial de la Salud dispuso que cada 29 de septiembre se celebre el Día mundial del corazón como una estrategia para hacer hincapié en la gravedad de este padecimiento y concientizar sobre lo importante de saber actuar en el momento indicado.
Según datos surgidos del Consenso de Insuficiencia Cardíaca de 2022, son más de 60 millones de personas en todo el mundo las que padecen algún tipo de insuficiencia cardíaca.
Además, este mismo estudio arroja datos para tener en cuenta. La incidencia de patologías relacionadas a situaciones cardiovasculares en Sudamérica, es de 1,9 casos por 1.000 personas por año- siendo las más afectadas las personas mayores a 65 años (5,5%)- mientras la mortalidad por insuficiencia cardíaca aguda es de un 25%.
El protocolo para atender estas afecciones, se basa en restablecer la circulación coronaria, en la medida que se requiera y la administración de numerosos fármacos que eviten la progresión de los síntomas y las complicaciones.
Por otra parte, en las ocasiones que la situación así lo requiera se colocan implantes de marcapasos resincronizadores, desfibriladores e incluso, el más complejo de todos: el trasplante cardíaco.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Mundial del Corazón (World Heart Federation -WHF) trabajan año tras año para promover la salud cardiovascular, de manera tal que puedan lograr reducir un 25% la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares para el año 2025.
¿Qué son las enfermedades cardiovasculares y cómo prevenirlas?
La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de muerte en el mundo. De manera combinada, las condiciones que afectan al corazón o a los vasos sanguíneos, como por ejemplo, un ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca provoca la muerte de 20,5 millones de personas cada año. La mayoría de estas muertes ocurren en países de medios y bajos ingresos.
“El 80% de las muertes prematuras por ECV se pueden prevenir haciendo pequeños cambios en nuestro estilo de vida: alimentación, ejercicio y control del estrés. Así, podemos controlar mejor la salud de nuestro corazón y vencer las enfermedades cardiovasculares”, señala la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC.
Desde las diferentes áreas abocadas a la promoción y cuidado de la salud en Argentina, se busca trabajar de manera integral la promoción de hábitos saludables para el cuidado del corazón:
Cada 29 de septiembre se conmemora el “Día Mundial del Corazón”, con el objetivo de conocer más sobre las enfermedades cardiovasculares (ECV) así como también su prevención, control y las opciones de tratamiento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Mundial del Corazón (World Heart Federation -WHF) trabajan año tras año para promover la salud cardiovascular, de manera tal que puedan lograr reducir un 25% la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares para el año 2025.
¿QUÉ SON LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES Y CÓMO PREVENIRLAS?
La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de muerte en el mundo. De manera combinada, las condiciones que afectan al corazón o a los vasos sanguíneos, como por ejemplo, un ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca provoca la muerte de 20,5 millones de personas cada año. La mayoría de estas muertes ocurren en países de medios y bajos ingresos.
“El 80% de las muertes prematuras por ECV se pueden prevenir haciendo pequeños cambios en nuestro estilo de vida: alimentación, ejercicio y control del estrés. Así, podemos controlar mejor la salud de nuestro corazón y vencer las enfermedades cardiovasculares”, señala la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC.
El Ministerio de Salud de la Nación trabaja de manera integral la promoción de hábitos saludables para el cuidado del corazón:
Alimentación sana y completa: alimentación equilibrada, consumir alimentos con Omega 3 (pescados), controlar el nivel de colesterol (grasas animales), bajar contenido de sal (sodio) en la dieta y reducir el consumo de alcohol.
Actividad física: los efectos beneficiosos del ejercicio físico sobre la salud cardiovascular se desarrollan a partir de sus acciones sobre los factores de riesgo y el endotelio, con la consecuente disminución del riesgo de enfermedad cardiovascular y de mortalidad. El ejercicio ha demostrado beneficios en múltiples aspectos de la función y salud cardiovascular. Los individuos físicamente activos tienen menores niveles de presión arterial, mayor sensibilidad a la insulina y un perfil lipídico más favorable. También se han demostrado efectos cardíacos positivos, con mejoramiento de la función cardíaca y reducción de la frecuencia cardíaca basal y del desarrollo de arritmias, cambios conocidos como “corazón de atleta”. Quince minutos de ejercicio al día, disminuyen en un 14% la tasa de muerte por cualquier causa.
Abandono del tabaquismo: evitar el consumo de tabaco, ayuda a no sufrir un infarto de miocardio. Los fumadores corren más riesgo de presentar episodios cardiovasculares agudos a una edad temprana que los no fumadores.
Estos son ejes básicos y fundamentales para evitar los eventos cardiovasculares, ayudando a mantener registro de tensión arterial en valores normales; disminuir el perímetro abdominal; mantener valores de colesterol “malo” LDL bajos y mejorar el colesterol “bueno” HDL.
(Fuente: OPS)