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Boca Juniors atraviesa un momento delicado tanto dentro como fuera del campo. Tras quedar fuera de la Copa Argentina contra Atlético Tucumán, una nueva crisis impacta en la dirigencia, con denuncias que involucrarían a Cristian “Chanchi” Riquelme, hermano del presidente Juan Román Riquelme.
En las últimas horas, se hicieron virales chats atribuidos a una influencer santiagueña, Valentina Salcedo, que muestran mensajes controvertidos relacionados con Cristian. Según esos mensajes, la mujer habría recibido privilegios especiales, incluyendo importantes sumas de dinero y el uso de oficinas del club para encuentros con fines sexuales.
Estos hechos generaron una fuerte reacción entre los seguidores de Boca, quienes cuestionan cómo una persona sin vínculo formal puede tener tanta cercanía con la dirigencia. La situación intensifica la internal crisis en un club que ya vive un contexto complicado por su desempeño deportivo.
“Chanchi” Riquelme, denunciado por agredir a una asambleísta en el Mundial de Clubes
La polémica no termina allí. Durante el Mundial de Clubes, Cristian “Chanchi” Riquelme fue denunciado por Paula Seminara, miembro de la Asamblea de Representantes de Boca. Seminara relató que Cristian se acercó a ella en el estadio y la agredió física y verbalmente, además de advertirle sobre filmar las reuniones internas.
“En un momento del partido, se demora por la posible tormenta, y se me aparece Cristian Riquelme en la butaca donde yo estaba viendo el partido. Estaba más o menos unas 15 filas hacia arriba. Me vino a insultar, a decirme barbaridades, a amenazarme, que si yo filmaba las asambleas, que tenga cuidado”, explicó la mujer oriunda de González Catán, dando detalles del incidente.
Cristian “Chanchi” Riquelme es conocido por su relación familiar con el presidente, y también por su rol dentro del club. Se desempeña como asesor del Consejo de Fútbol y es considerado la mano derecha de Juan Román Riquelme. En redes sociales, mantiene un perfil controversial con publicaciones que suelen llamar la atención.
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Este nuevo escándalo profundiza la crisis institucional que vive Boca y pone bajo la lupa el comportamiento y la cercanía de figuras vinculadas a la dirigencia en momentos críticos para el club.
