Este martes, el Tribunal Oral Criminal nº 25 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires condenó a prisión perpetua a los policías Gabriel Alejandro Isassi, Fabián Andrés López y Juan José Nieva por el crimen de Lucas González, el joven de 17 años asesinado a tiros en noviembre de 2021, cuando salía de un entrenamiento de futbol del club Barracas Central.
Los policías de Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Gabriel Alejandro Isassi, Fabián Andrés López y Juan José Nieva fueron encontrados culpables del asesinato del joven de 17 años que volvía de entrenar de un club de futbol junto a tres amigos, que fueron detenidos y maltratados por los acusados.
Según el abogado querellante, Gregorio Dalbón (abogado personal de la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner), es un fallo “histórico” por ser el primero en el que se comprueba la violencia institucional por racismo.
Alrededor de las 13, los jueces Marcelo Bartumeu Romero, Ana Dieta de Herrero, Daniel Navarro dieron a conocer la sentencia: dictaminaron la pena prisión perpetua a los tres Policías de CABA por los delitos de “homicidio cuádruplemente agravado por haberse cometido con alevosía, placer y odio racial con el concurso premeditado de dos o más personas, abusando de su función o cargo por ser miembro de una fuerza policial”, en referencia a Lucas.
En tanto, los acusados fueron encontrados culpables de la “tentativa de homicidio agravado”, en el caso de Julián Salas (19), Joaquín Zúñiga (18) y Niven Huanca (19), los amigos de la víctima que estaban con él al momento del crimen vinculado al “gatillo fácil” y al odio racial.
Asimismo, los jueces del TOC 25 informaron las penas contra los otros 11 imputados en el caso. Sebastián Jorge Baidón fue encontrado culpable del delito de torturas a los amigos de Lucas y recibió una pena de 8 años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua para ejercer cargos públicos.
En tanto, los policías Roberto Orlando Inca, Juan Horacio Romero, Fabián Alberto Du Santos y Rodolfo Alejando Ozán fueron condenado a 6 años de prisión e inhabilitación por 10 años por el delito de encubrimiento. En cambio, Héctor Claudio Cuevas recibió una condena de 4 años de prisión e inhabilitación por 10 años por encubrir y alterar las pruebas.
Por su parte, en una decisión que causó repudio entre las familias de las víctimas, los jueces del TOC 25 decidieron absolver al subcomisario Ramón Jesús Chocobar, y a los acosados, Ángel Darío Arévalos, Daniel Rubén Espinosa, Jonathan Alexis Martínez, y Daniel Alberto Santana. Los jueces dispusieron la liberación inmediata de estos acusados de encubrimiento.
Asimismo, los jueces firmaron en su dictamen el “reconocimiento de las familias como víctimas de violencia institucional”.
Finalmente, el tribunal ordenó que sean extraídos los testimonios del jefe y el subjefe de la Policía de CABA a causa de la denuncia de dos de los imputados que señalaron haber recibido presiones durante el juicio. El TOC 25 anunció que el próximo 23 de agosto se llevará a cabo la audiencia de fundamentos de las penas informadas durante el juicio.
Culminado el juicio y leídas las sentencias, el abogado querellante, Gregorio Dalbón se mostró satisfecho y resaltó que se trata de un fallo histórico, que sentará jurisprudencia en el país. “Nunca antes existió en la Argentina un fallo de violencia institucional por racismo”, enfatizó el abogado, anticipando que la querella avanzará con acusaciones para que se investigue a los jefes policiales involucrados en este crimen.
“Es histórico porque nunca antes en la jurisprudencia argentina existió un fallo por odio racial: lo mataron porque era negro”, destacó Dalbón. Y en esta línea, consideró que los policías autores del crimen, “eligieron (a las víctimas) por marrones, por su color de piel, porque eran pobres, porque venían de una villa creyendo que iban a comprar estupefacientes. Los condenaron a perpetua por matarlo y matarlo por su color de piel”, concluyó el abogado.
Asimismo, Dalbón fue enfático al señalar que no pretende “politizar” el caso, que a su juicio, podría haber ocurrido con policías de otras jurisdicciones, como la bonaerense, y no únicamente con los de CABA. Además, puso de relieve que la demanda es contra estos policías acusados y no contra toda la institución.
Crimen de Lucas González
El 17 de noviembre de 2021, Lucas González (17 años) salía con sus amigos de un entrenamiento en el Club Barracas y se disponían a regresar a sus hogares en la provincia de Buenos Aires a bordo de Volkswagen Suran. Pero a los pocos metros del lugar donde subieron al auto, los interceptó un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4. Sin mostrar identificación policial, los uniformados intentaron detener el Surán y los jóvenes, asustados por pensar que se trataba de un atraco, comenzaron a huir. Así comenzó una persecución a los tiros en la que Lucas recibió dos heridas en la cabeza, falleciendo el 18 de noviembre en el hospital El Cruce de Florencio Varela.
Con el joven baleado, el Suran detuvo la marcha y los jóvenes sobrevivientes fueron esposados y torturados, según lo que consta en el expediente penal. Al comprobar que las víctimas no habían cometido crimen alguno, los acusados “plantaron” un arma de juguete en el baúl del auto para darles un motivo -fraguado- para la persecución y uso de la fuerza letal. Sin embargo, el mencionado Héctor Cuevas, rompió el pacto de silencio en el juicio, admitiendo que el arma fue colocada por los acusados, con el fin de ensuciar a las víctimas.