Estados Unidos dio un paso clave en la lucha contra el VIH/sida al aprobar un nuevo tratamiento preventivo que podría cambiar las reglas del juego en términos de salud pública global. Se trata de Yeztugo, un medicamento inyectable desarrollado por el laboratorio Gilead Sciences, que requiere solo dos aplicaciones al año y ha mostrado una eficacia del 99,9% en ensayos clínicos.
El tratamiento está destinado a “adultos y adolescentes que pesen al menos 35 kilos”, según confirmó la compañía, que ya comercializa desde 2022 el antirretroviral Sunlenca, basado en la misma molécula activa: lenacapavir.
“Este es un día histórico”, afirmó Daniel O’Day, presidente y director ejecutivo de Gilead, al anunciar la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés).

Lenacapavir: eficacia comparable a una vacuna
Los estudios clínicos realizados con lenacapavir fueron contundentes. En el primero, más de 2.000 mujeres del África subsahariana no registraron ninguna infección de VIH. En el segundo, con 2.000 personas de género diverso, se contabilizaron apenas dos casos, lo que equivale a una protección del 99,9%.
Estos resultados posicionan a Yeztugo como un tratamiento preventivo del VIH funcionalmente equivalente a una vacuna, aunque técnicamente no lo sea. La principal ventaja frente a otros métodos es la duración del efecto: con solo dos dosis anuales, se elimina la necesidad de tomar pastillas diarias, como ocurre actualmente con los regímenes de profilaxis preexposición (PrEP).
#EEUU aprueba nuevo tratamiento preventivo contra #VIH
Son dos inyecciones anuales del medicamento a base de la molécula lenacapavir, que reduce el riesgo de transmisión del VIH en más del 99,9%. (mg)
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— DW Español (@dw_espanol) June 19, 2025
Antecedentes y evolución del tratamiento preventivo
Los tratamientos preventivos contra el VIH existen desde hace más de una década, pero su uso masivo ha estado limitado por la adherencia: la necesidad de ingerir una pastilla diaria no resulta viable para todos los usuarios.
En 2021, la FDA había aprobado el uso de Apretude, un primer tratamiento inyectable desarrollado por ViiV Healthcare, que se administra cada dos meses. Yeztugo representa ahora una solución más conveniente con aplicaciones semestrales.
La prestigiosa revista Science lo describió como el “Avance del Año” en 2024, mientras que los resultados de los ensayos clínicos fueron publicados por el New England Journal of Medicine.

Efectos secundarios y advertencias
Los efectos adversos reportados hasta el momento incluyen:
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Reacciones en el lugar de la inyección
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Dolor de cabeza
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Náuseas
No se han detectado complicaciones mayores, pero los expertos señalan que aún es necesario evaluar los efectos a largo plazo, especialmente si el uso se extiende a millones de personas en distintos contextos sanitarios.
El debate por el precio: ¿un avance exclusivo?
El mayor obstáculo que enfrenta Yeztugo es su potencial inaccesibilidad económica. Aunque Gilead no publicó el precio oficial de lanzamiento, se estima que el tratamiento podría costar entre 20.000 y 25.000 dólares anuales en Estados Unidos.
“Ni siquiera los países de altos ingresos podrán permitirse el uso masivo de lenacapavir a estos precios”, advirtió Andrew Hill, investigador de la Universidad de Liverpool. Su equipo demostró que el medicamento podría producirse en masa y comercializarse por apenas 25 dólares por persona al año.
Por su parte, Winnie Byanyima, subsecretaria general de la ONU, felicitó la innovación, pero advirtió: “Lenacapavir puede ser la herramienta para controlar las nuevas infecciones, pero solo si tiene un precio accesible y se distribuye a quienes más lo necesitan”.

Acceso global y acuerdos internacionales
Gilead anunció en octubre de 2024 acuerdos con seis laboratorios farmacéuticos para producir y distribuir versiones genéricas de lenacapavir en 120 países de ingresos bajos y medios. Sin embargo, la aprobación regulatoria y el inicio de la producción tomarán tiempo.
Mientras tanto, en diciembre pasado, se firmó un acuerdo con el Fondo Mundial para adquirir dosis destinadas a dos millones de personas. No obstante, los recortes presupuestarios impulsados por la administración de Donald Trump pusieron en duda la continuidad de ese acuerdo estratégico.
La aprobación de Yeztugo marca un hito científico y sanitario que podría acelerar la meta de controlar la epidemia del VIH a nivel mundial. Sin embargo, el precio y el acceso siguen siendo desafíos centrales. El éxito real de este avance no dependerá solo de su eficacia, sino de la voluntad política y ética para convertirlo en una herramienta global e inclusiva.