Un misil lanzado desde Irán golpeó este jueves el Centro Médico Soroka, ubicado en Beerseba, al sur de Israel. El impacto dejó heridos y provocó serios daños en distintas áreas del hospital, confirmaron voceros de la institución.
“El hospital ha sufrido daños extensos en distintas áreas”, explicó un portavoz del centro. La dirección pidió a la comunidad evitar acudir al lugar. El Soroka atiende a cerca de un millón de personas y dispone de más de mil camas.
La agencia estatal iraní aseguró que “el blanco del misil eran instalaciones de inteligencia militar”, no el hospital. El hecho se dio durante una nueva jornada de enfrentamientos directos entre Israel e Irán.

Mientras eso ocurría en Israel, aviones de combate israelíes bombardearon el reactor de agua pesada de Arak, en el oeste iraní. La televisión estatal de Irán reconoció el ataque, pero aseguró que no hay peligro de radiación. También indicó que evacuaron la instalación.
Tras el ataque, un periodista local, presente en la vecina localidad de Khondab, dijo que “no hubo daños en zonas civiles cercanas al reactor”. Israel había advertido previamente a los habitantes de esa región que evacuaran de inmediato.
“Su presencia pone en riesgo sus vidas”, había dicho el ejército israelí en un mensaje en idioma farsi. También confirmó bombardeos en otras áreas, como Teherán, pero no precisó objetivos. Poco después, Irán respondió con otra oleada de misiles. Las autoridades israelíes activaron alertas y pidieron a la población buscar refugio ante posibles nuevos impactos.

El reactor de Arak ha generado preocupaciones internacionales desde hace años. Aunque su uso con agua pesada es legal, su operación puede derivar en la producción de plutonio, una vía para desarrollar armas nucleares.
En el marco del acuerdo nuclear de 2015, Irán se comprometió a rediseñar Arak para disminuir el riesgo. En 2019, activó el circuito secundario del reactor, algo que entonces no violaba el pacto. Cabe señalar que el Reino Unido participó en esa modificación, tras la salida de EE.UU. del acuerdo.
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La Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) pidió a Israel abstenerse de atacar instalaciones nucleares. Según el organismo, la última inspección en Arak fue el 14 de mayo, pero ya no tienen acceso continuo a los datos sobre la operación del reactor.

Cabe recordar que Israel ya había bombardeado en días anteriores otras zonas clave de Irán, incluyendo el complejo de Natanz y laboratorios de centrifugado cerca de Teherán. También se reportaron muertes de figuras militares y científicas del programa nuclear iraní. Irán lanzó más de 400 misiles y cientos de drones en respuesta, según datos oficiales. El ataque dejó al menos 24 muertos y múltiples heridos, además de daños materiales en zonas residenciales israelíes.
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En el pasado, Irán también vendió su excedente de agua pesada, tal como establece el acuerdo nuclear. En aquel momento, Estados Unidos compró 32 toneladas por más de 8 millones de dólares, lo que desató críticas internas. Por ahora, el intercambio de ataques continúa sin señales concretas de una pausa. Ambas partes mantienen una postura de ofensiva activa.
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