Lo confirmó el Ministro de Ecología Vìctor Kreimer, tras la sanción de la ley que declaró a las cuencas hídricas de la provincia como áreas protegidas. Casi la mitad del territorio pasó a tener “una categoría de protección ambiental que se llama reservas de usos múltiples”. Ahora, la cartera deberá desarrollar “tareas de zonificación, evaluación y la identificación de las necesidades y de las realidades que hay en cada una de estas áreas”.
La semana pasada, la Legislatura provincial sancionó con fuerza de ley, la declaración de Área Natural Protegida con categoría de Reserva de Usos Múltiples de las cuencas que vierten en el río Paraná en el territorio provincial, de manera similar a lo ya sancionado el 31 de agosto pasado, respecto de las cuencas hídricas cuyas vertientes tienen su descarga al río Uruguay.
Con fines de protección hídrica y ambiental, de ecosistemas terrestres, ríos y arroyos de la provincia, la Legislatura declaró que la cuenca del río Paraná, que ocupa una extensión de 18.135 km2, es una Reserva de Usos Múltiples, como ya lo habían sancionado respecto de la cuenca del río Uruguay, que está constituida en territorio misionero por una superficie de 15.394 km2.
Al respecto del tema, el ministro de Ecología Víctor Kreimer explicó que la nueva normativa implicará tareas de zonificación, evaluación y recuperación de zonas que abarcan aproximadamente el 40 por ciento del territorio provincial, aunque aclaró que no hay plazos establecidos para esa tarea, habiendo zonas donde la intervención debe ser más rápida y zonas donde no se ameritan acciones urgentes.
En diálogo con el programa «Primera Vuelta» que se transmite por Radio Up 95.5, Kreimer confirmó que se designaron las áreas naturales protegidas con la categoría de Reserva de Usos Múltiples a las cuencas que desembocan en el río Paraná en la provincia, de manera muy similar a lo ya decretado con otra ley respecto de las cuencas hídricas del río Uruguay.
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De acuerdo con los proyectos, se busca “proteger los ambientes naturales y especies que integran la cuenca” de los ríos, “preservando su carácter de bancos genéticos y reguladores ambientales, los ecosistemas ambientales, hábitats terrestres y acuáticos que albergan especies migratorias, endémicas, amenazadas y de uso comercial, conservar el patrimonio natural, cultural, arqueológico, paleontológico y preservar el paisaje natural”.
“Es un área muy importante. Paraná, es uno de los límites naturales de nuestra provincia. Y de norte a sur de Misiones hay muchos arroyos, algunos muy importantes que son afluentes del Paraná. La ley sancionada la semana pasada por la Cámara de Diputados lo que establece es que las cuencas de esos afluentes de Paraná quedan incluidas dentro de una categoría de protección ambiental que se llama Reservas de Usos Múltiples, que básicamente lo que plantea es que las actividades humanas se puedan seguir realizando, pero con un estándar de calidad más elevado”, detalló el ministro Kreimer a este medio.
“Este estándar de calidad ambiental está relacionado, sobre todas las cosas, con la planificación y control de las actividades, como para que estas se puedan desarrollar de manera sustentable. El objetivo final es ese, es la preservación no solamente del recurso hídrico, del agua en sí misma, sino también de los bosques protectores, de la flora y fauna que habita en esas zonas que son zonas de muchísima importancia”, sumó el funcionario sobre la normativa sancionada.
Para Kreimer “es un paso más en el marco de un trabajo que nuestra Cámara de Diputados ha venido haciendo durante los últimos meses, declarando zonas importantes de nuestra provincia como reservas de usos múltiples, dándonos a nosotros, al Ministerio de Ecología, la responsabilidad de trabajar en la planificación, en la zonificación, en la identificación de los lugares donde es necesario algún tipo de actividad de restauración”.
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De acuerdo con el ministro, la nueva ley implica “por sobre todas las cosas, el control de estas actividades (sobre las cuencas del río), como para preservarlas, garantizar que el impacto de las actividades humanas sobre la selva o sobre el medio ambiente sea el mínimo posible. Y que se pueda garantizar a las futuras generaciones que van a tener derecho al disfrute de una riqueza natural en las mismas condiciones que hoy la podemos observar”, opinó el funcionario.
En cuanto a las tareas que debe realizar el Ministerio de Ecología, Kreimer detalló que se trata de “primero con una zonificación. En estas áreas que se han ido declarando reserva de usos múltiples, hay muchas actividades que ya se vienen desarrollando, hay centros poblados, en algunos casos importantes. Entonces la primera etapa es la zonificación y la identificación de las necesidades y de las realidades que hay en cada una de estas áreas”, consignó Kreimer.
“A partir de esta información se desarrolla un documento que es sumamente importante, que se llama Plan de Manejo del Área Protegida en el que se establece, a partir de esa zonificación si hay algún área que requiera restauración. Si hay algún área que, por ejemplo, tiene condiciones para ser preservada para investigación o para uso científico. Y de esta forma se va trabajando en cada uno de estos sectores que surgen de la zonificación en llevar las actividades humanas que ahí se desarrollan o las actividades que están proyectadas, hacia la forma en que se puedan realizar pero con el menor impacto ambiental posible, apuntando a la sostenibilidad que les dé una proyección en el tiempo”, detalló el ministro.
“Básicamente el esquema de trabajo es ese, se zonifica, se planifica y se va trabajando en el territorio como para que estas actividades se hagan con el nivel de protección ambiental más elevado posible”, comentó Kreimer.
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Ante la consulta respecto de si existían plazos para cada etapa de zonificación y recuperación de las áreas protegidas en el marco de la nueva ley, Kreimer explicó: “No, no hay plazos establecidos porque fíjate que son leyes que tienen un alcance muy muy amplio. Al hablar de las cuencas del Paraná estamos hablando desde el río Iguazú en el norte de la provincia hasta el arroyo Itaembé que es el límite sur de la provincia que nos separa de la provincia hermana de Corrientes. Entonces es una zona muy muy amplia, estamos hablando como del 40% de la superficie de la provincia de Misiones que de alguna manera tiene relación con este nuevo sector, con esta nueva área natural protegida”, fundamentó.
“Entonces la legislación lo que hace es darnos la responsabilidad de identificar primero las zonas prioritarias y de empezar a trabajar en el plan de manejo y en la zonificación. Y a partir de ahí irán surgiendo los plazos según las urgencias que aparezcan en cada una de estas zonas. Sabemos que realmente hay lugares en los que las intervenciones se tienen que hacer de una forma mucho más rápida y hay lugares a donde por ahí podemos empezar a trabajar simplemente con las evaluaciones de impacto ambiental y con el trabajo de la mano de la gente que tiene algún proyecto en curso”, amplió el ministro.
Y completó: “para cada zona de la provincia hay que establecer un cronograma distinto en función de las realidades y de las necesidades que haya en cada uno de estos puntos”.